La Cámara de Diputados recibirá el jueves un proyecto de ley que busca prohibir las cirugías estéticas en menores de 18 años, con el objetivo de preservar su salud física y psíquica.

Si bien no hay estadísticas oficiales, los propios médicos reconocen un incremento del número de consultas por intervenciones plásticas en chicas menores de edad, una moda que crece año a año. Lo que más piden es el aumento de lolas, lipoaspiraciones y retoques de nariz.

La iniciativa pide la “intervención y el cuidado del Estado como agente primordial en la atención y regulación de la salud como derecho humano” y exceptúa las intervenciones reconstructivas, reparadoras, terapéuticas o de adecuación del cuerpo a la identidad de género.

La idea comenzó tomar forma de la mano de la legisladora Mara Brawer, del Frente Para la Victoria, cuando trabajaba con el Ministerio de Educación en los lineamientos de la ley de educación sexual en las escuelas. En ese momento, advirtió que muchos padres estaban preocupados porque sus hijos, especialmente las mujeres, “no aceptaban su cuerpo”.

Para Brawer, esto ocurre por la existencia de “patrones culturales que establecen cómo debería ser el cuerpo ideal”, imposición social ante la que es necesario “poner un límite a las exigencias del mercado que tienden a una homogeneización del físico, ponen en riesgo la salud física y emocional del adolescente y hacen perder de vista la valoración del propio cuerpo y el de los demás”.

Además, los médicos serán sancionados de no respetar la norma: desde un apercibimiento hasta multas de 5 millones de pesos y la inhabilitación temporaria de la matrícula.

Por su parte, los especialistas se manifestaron en contra de la iniciativa porque dicen que una ley no puede estar por encima de la patria potestad. Aseguran que el porcentaje de menores que se colocan prótesis mamarias es muy bajo y, en su defensa, insistieron que los propios cirujanos se niegan a implantarles siliconas a las adolescentes.