La fiesta de la Liga Nacional arrancó en Corrientes con un ajustado triunfo de Regatas sobre Peñarol por 86 a 77. Mañana se volverán a ver las caras para jugar el segundo punto de la serie final al mejor de siete y que promete ser apasionante. Una fiesta con todo el color del básquetbol en un “Estadio de Los Sueños”, como se lo conoce al “José Jorge Contte” del Parque Mitre, repleto como no se lo veía desde hace tiempo. Alrededor de 4500 personas, con todo el color y cotillón y hasta algunas costumbres futboleras, como la lluvia de papelitos para recibir al equipo local.

Tras el salto inicial, Regatas arranco más certero, con mucho juego físico y defensas muy cerradas, y con 6 puntos de Romano logró ponerse arriba 8-2 dejando en evidencia que podía tomar rápidamente las riendas del partido. Pero la merma en ofensiva lleg promediando el cuarto y Peñarol, de la mano del ingresado Gabriel Fernandez, logró un parcial de 12 a 0 que le permitió pasar al frente. Casalánguida movió rápido el banco y gracias a los ingresos de Martínez y Bortolín pudo remontar para irse al primer descanso sólo 2 abajo.

El segundo cuarto tuvo un arranque similar, con Fernández gravitando en Peñarol y Martínez y Bortolín en un Regatas, que reaccionó de la mano de Paolo Quinteros, con 11 en el cuarto que fueron fundamentales para sacar la diferencia de 9, restando 2m39s y que pudo sostener hasta la llegada del descanso largo al que se fue el local 42 a 33 arriba.

Peñarol volvió más efectivo y, de la mano de un Boccia concentrado, recortó la diferencia rápidamente. Promediando el cuarto, Peñarol había logrado un parcial de 17-7 que le permitió volver a sacar una diferencia. Pero Regatas lo tiene a Javier Martínez para los momentos calientes. El paraguayo se volvió a poner el equipo al hombro. Con sus 9 puntos en el cuarto y sus asistencias a Martina, no sólo jugó sino que hizo jugar para que Peñarol no tomara distancia primero y poner a Regatas arriba después para que vaya al último descanso con 3 arriba 62 a 59.

En el epílogo, Regatas se aprovechó de un Peñarol desconocido y logró quedarse con el primer duelo de la serie final entre los dos mejores equipos de la Liga Nacional.