El proyecto que se suma y sistematiza otras iniciativas ya existentes, autoriza la implementación de sistemas de detección de metales en aquellos lugares de acceso del público donde se presuma pueden ingresar personas que incurran en portación ilegal de armas, como modo de prevención de la comisión de delitos y la preservación de la seguridad pública en el Partido de General Pueyrredon, Menciona el acceso a los edificios municipales en los que se considere oportuno, a los locales comerciales pertenecientes a los rubros habilitados como de expansión nocturna -disco, bailanta, confiteria bailable o similares- que tengan capacidad permitida igual o superior a los 200 asistentes, escenarios deportivos cerrados municipales o no donde se realicen actividades deportivas con espectadores.

“El objetivo del proyecto que se elevó es de carácter absolutamente preventivo de situaciones que puedan derivar en la comisión de ilícitos, y tiende a desalentar conductas de riesgo y peligrosidad en la vía pública y espacios de acceso público” destacaron. “El control será general e impersonal, para evitar cualquier posible cuestión de estigmatización o discriminación”.

Atento el grado de generalización del uso ilegal de armas, donde incluso se produjeron casos de ingreso de alumnos adolescentes con armas a escuelas secundarias municipales, lesiones e incluso homicidios en lugares de expansión nocturna, la necesidad indica que se debe implementar y regular el uso de detectores en aquellos ámbitos que por sus circunstancias particulares o masividad de ingreso y egreso o circulación de personas asi lo justifiquen.

Más allá de la labor específica de controles propia del ámbito policial, entendemos que el estado municipal puede contribuir en la prevención de la portación ilegal de armas, mediante estos dispositivos de control genérico a fin de evitar el ingreso a determinados lugares con armas no autorizadas. Creemos que es una forma concreta de prevenir la comisión de ilícitos, y el riesgo latente que existe hoy en la vía pública frente a una situación de inseguridad que no se retrae.

El fenómeno de la violencia y la inseguridad deben ser afrontados en forma integral, involucrando a los actores políticos y de la sociedad civil, como así también de la ciudadanía en general. La educación, medidas de mejoramiento al acceso a la justicia y agilización de la misma, como así también la promoción de derechos deben ser parte de un plan integral. Pero no menos importante es poder desplegar un amplio dispositivo de prevención del delito.

El espíritu que ha guiado el impulso del presente encuentra su principal objetivo en la prevención de la portación ilegal de armas, como un riesgo concreto y vigente que padece nuestra sociedad.

Ciudades del mundo de la más diversa situación geográfica implementan desde hace muchos años dispositivos como el propuesto, muchas sin tener altos índices de delitos, y en todos lados demuestra ser una eficaz barrera ante la potencialidad de actos delictivos.

Si el gobierno impulsó un plan de desarme para aquellos poseedores de armas reglamentarias, a través de la entrega y destrucción de las mismas a cambio de una recompensa, con más razón debería bloquearse con los medios al alcance, la portación de armas a aquellos no autorizados para ello que las portan en la vía pública.

No existe hasta el momento una normativa, de un sistema que permita en los espacios de concurrencia masiva, la detección del ingreso de armas blancas o de fuego o elementos metálicos destinados a ejercer violencia o agresión. Lamentablemente, hoy cantidad de personas, muchos de ellos para ejercer actos delictivos, portan armas de fuego o armas blancas generando permanentes situaciones de riesgo a la paz y la tranquilidad, a la propiedad y sobre todo a la vida y la integridad física de las personas.