Se constató que los dos detenidos contaban con frondosos antecedentes penales, con causas por robo en grado de tentativa, robo calificado, robo doblemente agravado, robo y lesiones culposas, robo de automotor, robo calificado por el empleo de arma no habida, entre otras.

Rodríguez expresó al respecto que “sabemos que algunos sectores políticos llevaron por estos días una evidente campaña de desprestigio contra la Unión Cívica Radical en general, y contra Vilma Baragiola en particular. La ciudadanía ha sido testigo, y serán los propios ciudadanos los que harán un juicio de valor sobre ello. Ahora, lo que de ninguna manera podemos aceptar y debemos repudiar con la mayor firmeza es que hayan traspasado todos los límites, contratando delincuentes para dicha campaña, financiando de esta manera su accionar delictivo presente y futuro”.

El edil radical refirió que “el oficialismo en la ciudad nos ha acostumbrado a traer de manera casi permanente, de hecho ha sido contratado por el Municipio, al Dr. Alberto Binder, reconocido criminólogo, profesor de Derecho Penal y presidente del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia. El propio Binder ha manifestado que ”hay que enfrentar de modo integral los mercados delictuales de diverso tipo que regulan buena parte de la criminalidad urbana. El escollo principal sigue siendo el financiamiento que reciben ciertas instituciones y la impunidad que aseguran“.

Luego de advertir sobre la puesta en marcha de ”planes generales que al poco tiempo quedan sólo en compra de patrulleros, reformas legales sobre reformas legales que no son implementadas, un Estado que mira paralizado cómo las cárceles de mayores y de menores (para dejar de usar eufemismos) se degradan continuamente, una justicia penal que no logra salir del laberinto de su propia burocracia, organizaciones policiales que no cambian o se mueven en zigzag desde hace décadas, sectores policiales y de inteligencia que se hacen “camas” entre ellos y una ciudadanía que ha dejado de entender lo que sucede y por ello aumenta su sensación de inseguridad“, el Dr. Binder afirmó que ”estoy convencido de que un camino distinto puede iniciarse si las autoridades (de los niveles nacionales, provinciales y municipales) se deciden a enfrentar de un modo integral los mercados delictuales que hoy regulan buena parte de la criminalidad urbana con repercusión directa en prácticas violentas“.

”Ha llegado el momento de que actuemos sin hipocresía si de verdad queremos una sociedad más segura. Si la Política no se decide a enfrentar a los delincuentes, y algunos sectores prefieren usarlos de mano de obra de campañas contra circunstanciales adversarios en aras de ganar una elección, no tenemos destino. De ello a la utilización de sicarios hay un paso, y es un paso hacia el abismo“, sentenció Rodríguez.

”Desde el radicalismo denunciamos estas prácticas, y esperamos que quienes las han utilizado hasta ahora, hagan un mea culpa y comprendan lo peligrosas que resultan. Pero además, auspiciamos un debate profundo que necesariamente se debe dar, relacionado con una cuestión absolutamente central, principal motivo de preocupación de la sociedad, como es la seguridad, en donde venimos de desacierto en desacierto“.

“También debemos decir que, lamentablemente, tenemos una generación de ‘Ni-Ni’: 1,5 millones de jóvenes de entre 16 y 24 años que ni estudian ni trabajan, o tienen empleos precarios, que son víctimas y luego victimarios”.

“El Gobierno ha destruído la educación pública, herramienta fundamental para generar igualdad de oportunidades. Si no generamos políticas de inclusión, no solucionaremos los problemas de fondo. Si además trabajamos sobre las consecuencias, y no sobre las causas, estamos ante un sistema judicial, penitenciario y de seguridad pública colapsado, con el agravante de que además está atravesado por la corrupción”.

”Hay que construir una Política de Estado, y para ello pretendemos que no exista demagogia barata, planteando a la gente soluciones mágicas que no existen, ya que estamos frente a un proceso social complejo como el que genera el delito, el cual necesita de la intervención y compromiso de los tres niveles del Estado: Nación, Provincia y Municipio“.