Durante años, millones de argentinos criticaron a los economistas en general, y a los ministros en particular, de emplear un lenguaje complicado, sumamente técnico, encriptado, casi codificado para analizar las variables económicas.-

Ayer Axel Kicilof logró, con un lenguaje coloquial y llano, hacernos entender a todos los argentinos cual es la situación de nuestro país y su deuda luego de la determinación de la corte norteamericana de no tomar el caso argentino y dejar firme la sentencia del Juez Griesa.-

Hoy Guillermo Nielsen considera que si cambia el gobierno el lugar de pago a los bonistas que entraron en el canje, dejando Nueva York y pasando a Buenos Aires para evitar embargos, entraría en un espiral de desprestigio internacional que pondría en riesgo el financiamiento externo de los próximos 15 años.-

También es cierto que si Argentina accede a pagar todo lo pretendido por el Juez Griesa, se abre una verdadera caja de Pandora de proporciones inimaginables.-

Quiebra del país, o default técnico, con consecuencias muy duras. Se desprende de los dichos de Kicilof que el gobierno cambiará el lugar de pago, ingresará al default técnico, que significa cambiar reglas del juego, pero seguir pagando, y pondrá en marcha el doble juego de enviar negociadores al juzgado de Griesa para acercar partes.-

Si la caja se abre, de 1300 millones de dólares, ampliamos a 15000 millones a pagar porque el fallo habla de cancelar la totalidad a los fondos buitres, intereses más capital. Pero la cifra iría en aumento, si se suman quienes no entraron al canje ni hicieron juicios, y superaríamos los 120000 millones de dólares si los tenedores de bonos que entraron en 2005 y 2006 deciden accionar contra el país por sentirse perjudicados.-

Guatemala o guatepeor. Quiebra o default técnico. Aislamiento o estallido económico y social. Cambio de lugar de pago o hiperinflación, recesión y pérdida de puestos de trabajo. Resistencia al fallo o fin de las coberturas sociales.-

El peor camino sería seguir discutiendo quienes fueron los culpables de esta deuda, de las políticas tomadas, de alguna bravuconada, de errores del pasado o el presente. Basta. Es tan complejo el panorama, que deja en un segundo plano reproches y reclamos.-

Es una cuestión de estado. Está en riesgo, se tome el camino que se tome, la soberanía nacional. Comenzamos a transitar por una delgada línea de equilibrio. Como una fantasma, regresan del pasado todas las peores imágenes del 2001 y 2002. Hoy en el Congreso, todos y cada uno de los legisladores debe entender que no hay espacio ni tiempo para miserias, para rencillas menores.-

Argentina está ante una de sus horas más difíciles. La unidad es el único camino para superar este momento. Y entender que, independientemente del camino tomado, se sufrirá mucho.-

Así de duro, así de difícil, así de claro.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.