Efectivamente, la iniciativa de la empresa que preside el ingeniero Mario Dell Olio ha formado hasta el momento un total de 36.228 “inspectores” en el cuidado del recurso, instruyéndolos sobre las formas adecuadas para darle una correcta utilidad al agua potable, evitando toda actividad que implique derroche o desatención.

Sistemas de captación y distribución de agua potable, operatividad de desagües cloacales y pluviales, Emisario Submarino, normas para la adecuada utilización del servicio y la nueva EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) cuyos terrenos se ubican a 600 metros al norte de la actual Planta de Pre Tratamiento “Ing. Baltar” y que recientemente recibiera la aprobación del financiamiento de obra por parte del BID, son temas de instrucción en el contexto del emprendimiento.

“Entendemos al proyecto educativo como una vía apta para llegar a los más jóvenes –consideró Dell Olio-. A través de la educación la población puede dimensionar la problemática de no darle un uso adecuado al agua. Somos afortunados de poder abrir una canilla en la ciudad y que salga un recurso potable de la calidad con la que contamos. Sin embargo, a esto hay que darle el valor real que tiene y, fundamentalmente, cuidarlo”.

“¿Nos lavamos las manos?” es una iniciativa de OSSE que tiene desarrollo anual ininterrumpido y que ha despertado el interés y participación de la comunidad educativa en su conjunto que entendió a la propuesta como un camino acertado en el contexto del cuidado del medio ambiente. Fueron 7.232 chicos los que se sumaron al proyecto en el 2010, 6.969 los que lo hicieron en 2011, un total de 8.326 en el 2012 y 8.471 el año pasado, siendo la cifra de este 2014 –contemplando los meses transcurridos y el postergado inicio de clases- de 5.230 alumnos.

Los trabajos que Obras Sanitarias lleva adelante con los niños y adolescentes buscan poner precisamente a los menores como protagonistas en el escenario del cuidado del planeta y en la toma de conciencia respecto al uso racional del agua como recurso indispensable para la vida.

“Es una suerte de desafío que nos hemos puesto desde el año 2010 a propósito de formar al chico para que no ignore ni esté ajeno a la realidad”, aseveró el ingeniero Dell Olio.

Debe señalarse que el proyecto educativo, cuya fase final 2014 se prevé para noviembre próximo, tienta a los alumnos a convertirse en una suerte de “inspectores infantiles o juveniles” al cuidado del agua dentro y fuera de la escuela. Esta “designación” no sólo requiere el compromiso de los niños, sino también de los adultos que facilitan las acciones necesarias para que los más pequeños lleven a cabo el ejercicio sobre el cambio de hábito de toda la comunidad.

Los Inspectores al cuidado del agua reciben autoadhesivos con mensajes para ser distribuidos en diferentes lugares de la ciudad, tales como escuelas, baños de comercios gastronómicos, clubes y piletas, entre otros, y los trabajos participantes quedan expuestos en diferentes instalaciones del ámbito oficial y privado, a fin de ser visitados particularmente. Los diseños ganadores son utilizados por OSSE para sus campañas de uso racional del agua.