Hace unos días se lanzó en la ciudad una campaña de prevención de las adicciones realizada por el Frente Interinstitucional de Políticas Públicas contra la Narcocriminalidad y las adicciones.

La campaña consta únicamente de dos spot publicitarios cuyo slogan es “Frenar el alcohol, es frenar el ridículo”.

Lo cierto es que esta campaña no surtirá ningún efecto, más allá de los rimbombantes anuncios del Gobierno Municipal.

La realización de los spot les costó al municipio $160.000, ello sin sumar el costo de las pautas en los medios de comunicación. Y no estamos hablando solo de $160.000 tirados a la basura, sino de una campaña que invisibiliza la principal problemática que tiene nuestra ciudad: la ausencia de dispositivos estatales adecuados para el tratamiento de las adicciones, debido al vaciamiento que provocaron tanto la gestión de Scioli como la de Pulti en los Centros de Prevención.

Digo que es una campaña destinada al fracaso, porque en primer lugar el mensaje conceptual es erróneo: la mirada del otro. Frenar el ridículo es el motivo que debemos tener los jóvenes para evitar el consumo de alcohol, convirtiendo así la mirada del otro/s, y la apariencia en el factor rector de nuestra conducta. Se invisibiliza que, las conductas adictivas no tienen que ver únicamente con el entorno, muchas veces el consumo excesivo ocurre en la vivienda y a solas.

Una buena campaña pone el eje en los efectos nocivos de la adicción al alcohol o la droga: la afección en la salud física y psíquica, la muerte, la afectación que esto provoca en los vínculos familiares, etc; con un mensaje claro y directo.

A su vez, el tratamiento del consumo excesivo de alcohol – que es una droga legal- de esta manera laxa y aislada puede afectar la credibilidad de la campaña misma. Pienso en la repercusión que este spot puede tener en mis amigos y amigas, e imagino que todos van a bromear con la imagen de la chica que quiere entrar al boliche sin hacer la cola, o el chico que baila en la pista creyéndose John Travolta.

Pero además debe quedar claro que no alcanza con dos spot publicitarios, aún cuando estén correctamente diseñados. Cualquier política pública de prevención de las adicciones debe contemplar una estrategia de: intervención comunitaria para la promoción de conductas saludables, el fomento de educación y socialización de la información sobre las conductas adictivas; intervención institucional, capacitando y haciendo parte de instancias reflexivas y de formación a docentes, directivos de las escuelas, proporcionando asesoramiento sobre el manejo de situaciones complejas relacionadas al consumo de sustancias dentro del contexto educativo; e incluir programas destinados a los adultos significativos del ámbito familiar, para incorporar herramientas de detección temprana, el abordaje y la ayuda, trabajando con la prevención familiar.

En segundo lugar el mensaje es erróneo porque según esta campaña el problema del consumo excesivo y la adicción es un problema que tenes que FRENAR vos; frenar el alcohol y el ridículo: es una decisión pura y exclusivamente tuya, individual.

Se desconoce de esta manera que la problemática de las adicciones necesita ser tratada, que es necesaria la ayuda, el monitoreo profesional y la contención para salir de una conducta adictiva. Una buena campaña te dice que no depende de vos, que necesitas ayuda y te dice donde podes acudir: Centros de rehabilitación, dirección, teléfono, y otras formas de contacto. El problema, y aquí reside la principal falla de la campaña, es que han vaciado los centros de rehabilitación provinciales y municipales. Que aún pidiendo ayuda nuestros jóvenes no tienen donde acudir, si tienen dinero quizá puedan conseguir un lugar que trabaje con la modalidad de internación por el que deberán afrontar costos gastos, o si tienen suerte quizá den con alguna de las tantas organizaciones de la sociedad civil que realizar tratamientos en la modalidad ambulatoria, pero que según el avance de la adicción no podrán realizar allí el tratamiento.

Desde el momento que el mensaje es erróneo esta campaña no previene conductas adictivas, desde el momento que apunta a la solución individual y el Estado no posee mecanismos adecuados para dar respuesta a la problemática esta campaña no apunta al tratamiento de las adicciones. ¿Entonces para que sirve?. ¿Por qué invirtieron 160.000$ en dos spot?.

La respuesta que queda es para disminuir el consumo de alcohol; y en este sentido también es ineficaz la campaña planteada. Por el mensaje que contiene y porque si lo que se intenta es sólo disminuir el consumo de una droga legal, deben implementar mecanismos destinos a disminuir la venta: regular la publicidad por ejemplo.

Porque el problema del alcohol no es que ridiculiza, el problema es el peligro que genera su consumo excesivo. Por ejemplo que el 18.5% de las muertes están relacionadas fundamentalmente por la influencia de este en los accidentes de tránsito o en los suicidios. No podemos mostrar que el alcohol mata, cuando comunicamos que el alcohol te lleva a hacer el ridículo abrazado a una frapera.

Recordemos por ejemplo la campaña de la organización Luchemos por la Vida “El alcohol al volante mata”.

A ello debemos sumar en tercer lugar que, la campaña está dirigida a un solo segmento de la población: los jóvenes de clase media. Invisibilizando la problemática de adicciones que atraviesan otros segmentos de la población, nuestros jóvenes de sectores con menos recursos también tienen derecho a ser informados sobre los efectos nocivos del alcohol y otras drogas y a que el Estado les brinde tratamiento adecuado en caso de conductas adictivas.

Finalmente debo señalar que el consumo de alcohol fue el que seleccionó el Frenar pues según su estudio presentado “16.600 personas manifestaron haber protagonizado en ese lapso algún episodio de abuso de alcohol, estimándose que 5.400 son jóvenes de 16 a 24 años.”. Trabajar sobre este uso problemático no conlleva necesariamente no trabajar sobre otra problemática grave que atraviesa nuestra sociedad en estos tiempos: el consumo excesivo de alcohol mezclado con drogas -clonazepan, éxtasis, drogas sintéticas, cocaína mezclados con fernet, cerveza, vino- que destruye la vida de nuestros jóvenes día a día sin diferencia de clases sociales. Una problemática en la que el Estado Municipal y Provincial se encuentran totalmente ausentes, a pesar de sus anuncios con bombos y platillos, sus grandes producciones audiovisuales, y la cantidad de fotos que se sacan.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.