El micro había partido del barrio la Herradura y transportaba a niños y sus madres a un encuentro que realizaba la Iglesia “Casa de Dios” en Laguna de los Padres. Al llegar al mencionado kilómetro, el colectivero intentó cruzar la autovía, no observando que rumbo a Mar del Plata se dirigía la Toyota, produciéndose el choque casi de manera frontal.

Alertado personal de Seguridad Vial, dos efectivos policiales mas integrantes de los Bomberos Voluntarios de Sierra de los Padres, se trasladaron con urgencia al lugar. Allí se vivìan momentos dramáticos y al llegar una ambulancia, procedió al traslado de una persona joven que había sufrido la fractura de una pierna.

Mientras los ocupantes de la camioneta eran llevados por ocasionales automovilistas a la Clínica 25 de Mayo, decenas de chiquitos lloraban desesperados y asustados. Muchos de ellos con golpes en diversas partes del cuerpo.

Lo insólito se dio que una vez que se retiró la única ambulancia, no llegó ningún otro servicio de traslado, por lo que pasada la hora larga, los propios padres decidieron cargar a sus hijos en autos y llevarlos para su atención médica.

Demás está decir que, muchos padres, anoticiados del accidente se llegaban al lugar desesperados en busca de sus hijos, viviéndose escena de desesperación y hasta algún conato de agresión entre quienes repartían culpas entre el chofer del micro y el de la camioneta.

El propio oficial a cargo del operativo-eran solo dos efectivos- se repartía entre tomar datos del choque y evitar se peleasen los vecinos que dividían las responsabilidades.

Para el final queda un llamado a la reflexión a las autoridades sanitarias y viales, ya que en el inicio del verano, que casi 50 personas hayan quedados literalmente tiradas en la ruta esperando infructuosamente las ambulancias, habla de que algo no está funcionando bien