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Lunes - 08 de Diciembre de 2014 22:57
“Subsidios, igualdad y tilinguería”
Por Pablo Salgado
Locutor-Conductor Radial
En la Argentina de hoy, hay importantes avances en lo social, reflejados, por ejemplo, en la visibilización y el reconocimiento de grupos, que antes, eran discriminados, no reconocidos, atacados.
La lucha por la igualdad nunca se detiene. Siempre faltará algo más. Y tomar a la igualdad como bandera de políticas públicas inclusivas, con la convicción que es el único camino que nos lleva al crecimiento y el desarrollo, trae aparejado tensiones, fricciones, de un lado y otro.
Del lado de los beneficiarios de las políticas sociales, siempre aparecen reclamos, relacionados con los niveles de ingresos, subsidios y beneficios. Y es cierto que siempre serán insuficientes, y mucho más cuando se viene de décadas de postergación. Nunca hay que afectar o atacar la libertad de la protesta, como tampoco nunca hay que dejar de invitar a la reflexión a quienes reclaman. La sábana siempre será corta, y en esa tensión constante se va la vida.
Del lado de aquellos que representan a los sectores más “acomodados” de la sociedad, clase media alta, clase alta, comerciantes, empleados con sueldos medios y altos, trabajadores públicos municipales, provinciales y nacionales; también hay protestas y reclamos. El concepto ya está acuñado: “Insostenible presión tributaria”. Lo repiten trabajadores cuando ven el recibo y los descuentos de ganancias, comerciantes con las inspecciones de ARBA, AFIP, los aumentos de tasas, jubilados de altos ingresos, grandes empresarios, desde las pymes hasta las multinacionales.
Los motivos son ciertos, y unos y otros, en definitiva, en una sociedad democrática, tienen todo el derecho al pataleo, como también a cumplir con las reglas que fija un Estado.
Porque es tema del Estado, no de un gobierno de turno. Quién niegue esto y, de manera demagógica, prometa de un día para otro desarmar la estructura impositiva nacional arrancando por el impuesto a las ganancias, miente. Y lo hace descaradamente, engañando a la gente, sabiendo que ganancias genera ingresos a las arcas públicas por más de 230.000 millones de pesos, y que ni la renta financiera, minera y del juego pueden llegar a ese monto.
Dicho todo esto, y en términos de igualdades, tomemos algunos puntos del presente para pensar juntos:
*A quienes se quejan de los altos montos en subsidios que otorga el Estado, incentivados en los últimos días por las tendenciosas noticias sobre aumentos de sueldos a presos que trabajan, y probables subsidios a las personas trans, los invitamos a que recuerden, que ellos mismos también son integrantes del “club de los subsidios”. Y pueden llegar a serlo en mayor medida que la piba madre joven de la villa que recibe la asignación, el estudiante del PROGRESAR o el jubilado de la mínima que no tenía aportes. Invitamos a la señora que se queja, que mire la boleta de luz y gas, subsidiada. Que recuerde que su hijo y su nieto, son fruto de la universidad pública, pagada por la misma piba de la villa que cuando fue al super abonó el IVA. Que piense que hoy cobra su jubilación, que podría ser mejor, gracias a que el Estado expropió y custodia los fondos que antes, en manos de las afjp, se usaban para timbear y perder. De paso, que se fije bien, no sea cosa que su hija se haya comprado el primer 0 KM con el PROCREAUTO, el sobrino tenga el departamento del PROCREAR, y usted misma, mientras reclama por este gobierno inepto, corrupto e incapaz, se compra la última prenda de moda con el Programa “Ahora 12”. Pregúntele a su marido, si no tiene en su empresa un PRIP, préstamo de inversión productiva, con tasa subsidiada. O un REPRO, aportes del Estado para que une empresa no despida personal, pagando parte del sueldo del trabajador. Todos estos son subsidios, herramientas donde el Estado pone una parte de la plata necesaria para tener un auto a crédito, con tasas accesibles, tener una casa que de otra manera sería imposible, comprar en 12 cuotas y mantener los precios, o estudiar una carrera en la universidad pública y gratuita. Todo esto para que la rueda de la economía no se detenga. Igualdad es: Reconocernos primero como tales, vernos como prójimos, todos invitados a acceder a ventajas y oportunidades, y por último, observar vigas propias antes que pajas ajenas.
*Hablamos de igualdad. Queremos igualdad. Y la búsqueda de igualdad significa también salir al ruedo, luchar como lo hacen otros, entender la realidad y tratar de modificarla. Cuando un sector minoritario, discriminado, sin reinvindicaciones a lo largo de la historia, obtiene la igualdad reclamada, también debe dejar ese lugar de espacio vulnerable que merecía protección. La comunidad trans ha luchado con convicción por lograr esa igualdad, merecida y pendiente. Igualdad hoy es salir a la vida, al mercado y al trabajo, reconocidos y plenos todos sus derechos, en las mismas condiciones que 41 millones de argentinos. Es cierto que aquél proyecto de hace un par de años de María Rachid en Buenos Aires, para que personas trans en determinadas condiciones reciban un subsidio, ha sido manipulado y expuesto de manera tergiversada para darle rédito político al PRO y denostar al kirchnerismo. Pero también es cierto que esta idea no goza de la adhesión total de este sector político, como que el proyecto dormía quizás para no despertar más. Pero lo más importante de todo, es que si un sector reclama y pregona igualdad, debe hacerse cargo de ese logro. Y salir a la cancha, a la vida y al trabajo, en las mismas condiciones que otros, que no tienen ni tendrán ninguna ayuda, y pagarán su boleto de micro, y buscarán trabajo una y otra vez. La falta de empleo hoy, no tiene que ver con discriminación a las personas trans, sino que está relacionada con la falta de reactivación económica, la necesidad de capacitación, y la dificultad para romper cifras de desempleo estructural. Es más fácil bajar la tasa de desocupación del 25 al 15 %, que llevar el desempleo del 8 al 7%...
*Todos estamos subsidiados. Antes de hablar, entender la dinámica de estos aportes igualadores. La salud es un ámbito perfecto para explicar esta herramienta: Atacados, violentos, con necesidades presupuestarias y todo, los hospitales públicos son la primera línea de avanzada para atender a la población más necesitada, y no tanto. Escuchemos las historias de aquellos que fueron salvados en el sector público luego de un accidente, que hubieran tenido otra suerte de haber esperado el auxilio de una privada, o los casos de los chiquitos atendidos en oncología de algunos hospitales de la provincia, donde el nivel es de los más altos de Sudamérica.
*La verdadera discusión tiene que ver con la solidaridad. Algunos, católicos de misa diaria, se escudan en la tilinguería barata de expresar que los subsidios fomentan la vagancia y la comodidad. Elegante salida para esconder su egoismo, individualismo y discriminación. Para comprender, es necesario volver a las fuentes. Tomando el espíritu de los primeros cristianos, que ponían todo en común, inclusive los bienes, podemos encontrar un sentido concreto sobre los subsidios hoy, una forma de igualarnos, protegernos y cuidarnos. Porque el que aporta hoy puede ser el beneficiario mañana. Dice San Basilio de Cesarea: “El pan que retienes es del hambriento; el manto que custodias en tus armarios es del que está desnudo, el dinero que tienes enterrado es del necesitado” Y completa San Agustín: “Lo superfluo de los ricos es necesario a los pobres”
*Para que un Estado pueda aplicar una política de subsidios, hace falta que aquellos que producen y mueven los engranajes económicos del país, paguen sus impuestos. Dice el Papa Francisco sobre la explotación y la evasión: “¿Dónde está tu hermano?” ¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas porque no ha sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. Hay mucho de complicidad. ¡La pregunta es para todos! En nuestras ciudades está instalado este crimen mafioso y aberrante, y muchos tienen las manos preñadas de sangre debido a la complicidad cómoda y muda“
Esta puede ser una buena oportunidad para vernos como comunidad más allá de nuestras narices y con aquellos que no conocemos, y que estigmatizamos. En esa estigmatización, afirmo que el joven de la villa es un chorro, que la piba embarazada no quiere laburar, y que los presos pasan la gran vida. Me creo estos argumentos para cubrirme, y justificar mi resistencia a los subsidios que reciben, mi rebelión fiscal y mi crítica a esta herramienta. Que les saquen los subsidios, pero que no me toquen los míos...
Quizás los subsidios, más que tema de discusión, en este tiempo de Adviento y de preparación para la Navidad, bien podría ser un motivo de diálogo, de encuentro, de reflexión. Una forma de poner algo en común. Un flujo de fondos que nos relaciona, un apoyo que busca al más necesitado. Una oportunidad para pensarnos como un todo.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.
La lucha por la igualdad nunca se detiene. Siempre faltará algo más. Y tomar a la igualdad como bandera de políticas públicas inclusivas, con la convicción que es el único camino que nos lleva al crecimiento y el desarrollo, trae aparejado tensiones, fricciones, de un lado y otro.
Del lado de los beneficiarios de las políticas sociales, siempre aparecen reclamos, relacionados con los niveles de ingresos, subsidios y beneficios. Y es cierto que siempre serán insuficientes, y mucho más cuando se viene de décadas de postergación. Nunca hay que afectar o atacar la libertad de la protesta, como tampoco nunca hay que dejar de invitar a la reflexión a quienes reclaman. La sábana siempre será corta, y en esa tensión constante se va la vida.
Del lado de aquellos que representan a los sectores más “acomodados” de la sociedad, clase media alta, clase alta, comerciantes, empleados con sueldos medios y altos, trabajadores públicos municipales, provinciales y nacionales; también hay protestas y reclamos. El concepto ya está acuñado: “Insostenible presión tributaria”. Lo repiten trabajadores cuando ven el recibo y los descuentos de ganancias, comerciantes con las inspecciones de ARBA, AFIP, los aumentos de tasas, jubilados de altos ingresos, grandes empresarios, desde las pymes hasta las multinacionales.
Los motivos son ciertos, y unos y otros, en definitiva, en una sociedad democrática, tienen todo el derecho al pataleo, como también a cumplir con las reglas que fija un Estado.
Porque es tema del Estado, no de un gobierno de turno. Quién niegue esto y, de manera demagógica, prometa de un día para otro desarmar la estructura impositiva nacional arrancando por el impuesto a las ganancias, miente. Y lo hace descaradamente, engañando a la gente, sabiendo que ganancias genera ingresos a las arcas públicas por más de 230.000 millones de pesos, y que ni la renta financiera, minera y del juego pueden llegar a ese monto.
Dicho todo esto, y en términos de igualdades, tomemos algunos puntos del presente para pensar juntos:
*A quienes se quejan de los altos montos en subsidios que otorga el Estado, incentivados en los últimos días por las tendenciosas noticias sobre aumentos de sueldos a presos que trabajan, y probables subsidios a las personas trans, los invitamos a que recuerden, que ellos mismos también son integrantes del “club de los subsidios”. Y pueden llegar a serlo en mayor medida que la piba madre joven de la villa que recibe la asignación, el estudiante del PROGRESAR o el jubilado de la mínima que no tenía aportes. Invitamos a la señora que se queja, que mire la boleta de luz y gas, subsidiada. Que recuerde que su hijo y su nieto, son fruto de la universidad pública, pagada por la misma piba de la villa que cuando fue al super abonó el IVA. Que piense que hoy cobra su jubilación, que podría ser mejor, gracias a que el Estado expropió y custodia los fondos que antes, en manos de las afjp, se usaban para timbear y perder. De paso, que se fije bien, no sea cosa que su hija se haya comprado el primer 0 KM con el PROCREAUTO, el sobrino tenga el departamento del PROCREAR, y usted misma, mientras reclama por este gobierno inepto, corrupto e incapaz, se compra la última prenda de moda con el Programa “Ahora 12”. Pregúntele a su marido, si no tiene en su empresa un PRIP, préstamo de inversión productiva, con tasa subsidiada. O un REPRO, aportes del Estado para que une empresa no despida personal, pagando parte del sueldo del trabajador. Todos estos son subsidios, herramientas donde el Estado pone una parte de la plata necesaria para tener un auto a crédito, con tasas accesibles, tener una casa que de otra manera sería imposible, comprar en 12 cuotas y mantener los precios, o estudiar una carrera en la universidad pública y gratuita. Todo esto para que la rueda de la economía no se detenga. Igualdad es: Reconocernos primero como tales, vernos como prójimos, todos invitados a acceder a ventajas y oportunidades, y por último, observar vigas propias antes que pajas ajenas.
*Hablamos de igualdad. Queremos igualdad. Y la búsqueda de igualdad significa también salir al ruedo, luchar como lo hacen otros, entender la realidad y tratar de modificarla. Cuando un sector minoritario, discriminado, sin reinvindicaciones a lo largo de la historia, obtiene la igualdad reclamada, también debe dejar ese lugar de espacio vulnerable que merecía protección. La comunidad trans ha luchado con convicción por lograr esa igualdad, merecida y pendiente. Igualdad hoy es salir a la vida, al mercado y al trabajo, reconocidos y plenos todos sus derechos, en las mismas condiciones que 41 millones de argentinos. Es cierto que aquél proyecto de hace un par de años de María Rachid en Buenos Aires, para que personas trans en determinadas condiciones reciban un subsidio, ha sido manipulado y expuesto de manera tergiversada para darle rédito político al PRO y denostar al kirchnerismo. Pero también es cierto que esta idea no goza de la adhesión total de este sector político, como que el proyecto dormía quizás para no despertar más. Pero lo más importante de todo, es que si un sector reclama y pregona igualdad, debe hacerse cargo de ese logro. Y salir a la cancha, a la vida y al trabajo, en las mismas condiciones que otros, que no tienen ni tendrán ninguna ayuda, y pagarán su boleto de micro, y buscarán trabajo una y otra vez. La falta de empleo hoy, no tiene que ver con discriminación a las personas trans, sino que está relacionada con la falta de reactivación económica, la necesidad de capacitación, y la dificultad para romper cifras de desempleo estructural. Es más fácil bajar la tasa de desocupación del 25 al 15 %, que llevar el desempleo del 8 al 7%...
*Todos estamos subsidiados. Antes de hablar, entender la dinámica de estos aportes igualadores. La salud es un ámbito perfecto para explicar esta herramienta: Atacados, violentos, con necesidades presupuestarias y todo, los hospitales públicos son la primera línea de avanzada para atender a la población más necesitada, y no tanto. Escuchemos las historias de aquellos que fueron salvados en el sector público luego de un accidente, que hubieran tenido otra suerte de haber esperado el auxilio de una privada, o los casos de los chiquitos atendidos en oncología de algunos hospitales de la provincia, donde el nivel es de los más altos de Sudamérica.
*La verdadera discusión tiene que ver con la solidaridad. Algunos, católicos de misa diaria, se escudan en la tilinguería barata de expresar que los subsidios fomentan la vagancia y la comodidad. Elegante salida para esconder su egoismo, individualismo y discriminación. Para comprender, es necesario volver a las fuentes. Tomando el espíritu de los primeros cristianos, que ponían todo en común, inclusive los bienes, podemos encontrar un sentido concreto sobre los subsidios hoy, una forma de igualarnos, protegernos y cuidarnos. Porque el que aporta hoy puede ser el beneficiario mañana. Dice San Basilio de Cesarea: “El pan que retienes es del hambriento; el manto que custodias en tus armarios es del que está desnudo, el dinero que tienes enterrado es del necesitado” Y completa San Agustín: “Lo superfluo de los ricos es necesario a los pobres”
*Para que un Estado pueda aplicar una política de subsidios, hace falta que aquellos que producen y mueven los engranajes económicos del país, paguen sus impuestos. Dice el Papa Francisco sobre la explotación y la evasión: “¿Dónde está tu hermano?” ¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas porque no ha sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. Hay mucho de complicidad. ¡La pregunta es para todos! En nuestras ciudades está instalado este crimen mafioso y aberrante, y muchos tienen las manos preñadas de sangre debido a la complicidad cómoda y muda“
Esta puede ser una buena oportunidad para vernos como comunidad más allá de nuestras narices y con aquellos que no conocemos, y que estigmatizamos. En esa estigmatización, afirmo que el joven de la villa es un chorro, que la piba embarazada no quiere laburar, y que los presos pasan la gran vida. Me creo estos argumentos para cubrirme, y justificar mi resistencia a los subsidios que reciben, mi rebelión fiscal y mi crítica a esta herramienta. Que les saquen los subsidios, pero que no me toquen los míos...
Quizás los subsidios, más que tema de discusión, en este tiempo de Adviento y de preparación para la Navidad, bien podría ser un motivo de diálogo, de encuentro, de reflexión. Una forma de poner algo en común. Un flujo de fondos que nos relaciona, un apoyo que busca al más necesitado. Una oportunidad para pensarnos como un todo.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.
Efemérides - 08 de Diciembre
1827Fallecimiento de fray Luis Beltrán, sargento artillero mayor del Ejército Libertador
1863Se funda la F I F A ( Federación Internacional de Fútbol Asociado)
1910El oratorio del Unzué es consagrado a la advocación de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
1931Se patenta el cable coaxil
1945La Unión Democrática realiza su primer mitín en Buenos Aires
1965Finaliza el Concilio Vaticano II
1980Es asesinado John Lennon
1983Abre sus puertas LU9 Radio Mar del Plata
1984Se quita la vida en Mar del Plata la ex tenista, Mary Terán de Weiss
1991Fin de la Unión Sovietica(URSS)
1994Muere en Nueva York el músico y poeta brasileño, Antonio Carlos “Tom” Jobim
2006Muere en un accidente automovilístico la folklorista, Tamara Castro
2010Independiente derrota por penales al Góias y se adjudica la Copa Sudamericana
2012Se despidió de Boca Juniors en el partido ante Godoy Cruz, el “Flaco” Rolando Schiavi
2013Acuartelamiento policial y saqueos en comercios de Mar del Plata
2016Muere John Glenn, el primer astronauta estadounidense en orbitar la Tierra
2019Fallece el rapero Juice Wrld a los 21 años
2020Murió Alejandro Sabella, exentrenador de la Selección Argentina, subcampeón del mundo en Brasil 2014
2021Boca Juniors derrota por penales a Talleres de Córdoba y se adjudicó la Copa Argentina
2021Falleció el ex futbolista, Alfredo "Chango" Moreno
2022Falleció la conductora de radio y TV, Lidia Elsa Satragno, Pinky
2023Falleció el actor, Ryan O’Neal
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