“En las últimas semanas ni siquiera me llegan las de valor mayor. Entiendo que hay problemas con la distribuidora pero a mi me complica la vida”, agrega.

Estela utiliza un método particular para ayudar a los usuarios: “Tengo tarjetas de $120, que son las menos consumidas y cargo a la gente que quiere por una hora. La tarjeta es mía pero les hago el favor para no dejarlos sin nada. Creo que soy la única kiosquera que lo hace”, dice entre risas.

Según anticiparon desde Movilidad Urbana, el servicio estaría preestablecido el lunes pero Estela dice que no es la primera vez que sucede. “No me.ilusiono pero necesito una solución urgente porque cargarlas yo me complica la atención en el negocio”.