De la misa participaron sacerdotes, y decenas de docentes y directivos de colegios pertenecientes a la JuREC. Durante la homilía el obispo reflexionó sobre las lecturas del día, y luego agradeció el trabajo del pbro. Silvano De Sarro durante 10 años al frente de la JuREC.

“En primer lugar quiero dar gracias al padre Silvano por todo el empeño que ha puesto en esta tarea durante tantos años. Me consta de la eficiencia y seguimiento permanente de todo lo que implica gestionar la JuREC, y de servir de nexo con el obispo: Padre Silvano te damos gracias por esta tarea, por este amor que has invertido, y se expresa a lo largo de estos años” aseguró el obispo diocesano.

Seguidamente monseñor Marino resaltó que “recibimos al padre Pablo, quien tendrá que asegurar la identidad católica en la educación. Existimos para formar niños adolescentes y jóvenes cristianos, y a través de ellos, llegar también a las familias. Las escuelas son un lugar evangelizador privilegiado. Es mucho lo que en estas escuelas y colegios se juega diariamente. Aparte de esta finalidad principal, está el realismo del cual soy testigo, y ante los inconvenientes que puedan surgir, Padre Pablo contás con buenos asesores, y con el respaldo del obispo”.

El obispo de Mar del Plata resaltó “la presencia de numerosos presbíteros, que está indicando una acontecimiento importante, acompañando al padre Silvano para despedirlo de las funciones en la JuREC, y a Padre Pablo para recibirlo en este oficio tan importante, como lo es estar presidiendo la Educación Católica. Se trata no solo de una expresión de afecto fraterno. Es sentido de la importancia que tiene esta tarea dentro de nuestra diócesis: asegurar la identidad católica de nuestras escuelas y colegios, y estar atentos al realismo que implica mantener esta obra educativa y evangelizadora”.