Junto a la periodista Gabriela Cociffi, Aro, impulsor de esta investigación iniciada hace más de 6 años, llevó cartas de madres de soldados caídos en las islas del sur que piden el apoyo de Su Santidad para que esta causa humanitaria avance. Soprendentemente, Francisco les dijo a Julio Aro y a Gabriela Cociffi “Conozco lo que están haciendo. Diganles a las mamás que cuentan con todo mi apoyo”.

Son 123 las cruces blancas que hay en el cementerio de Darwin, en las Malvinas, cuyas placas rezan “Soldado argentino solo conocido por Dios”. Sus familias viven desde hace casi 33 años con la angustia de no saber cuál es el lugar dónde ir a ponerle una flor y cerrar su angustioso duelo.

En 2008, en un viaje personal para cerrar su propia historia, Julio Aro volvió a las islas y quedó impactado por el hallazgo de tantas tumbas NN. Al regreso, se propuso devolverles la identidad a esos compañeros suyos, y comenzó una impresionante labor que involucró a veteranos de guerra argentinos, británicos, familiares de caídos en la guerra, el gobierno argentino, la ONU, la Cruz Roja Internacional, el Equipo Argentino de Antropología Forense, al músico Roger Waters, a la periodista Gaby Cociffi y ahora al propio Papa Francisco. Los excesivos tiempos protocolares y las especulaciones políticas conspiran y se contraponen a los tiempos cronológicos de madres y padres que necesitan saber qué paso con sus hijos, arrancados para ir a combatir, y cuál fue el destino final de sus restos.

Pero este será sin dudas un cierre de año con renovada esperanza para los familiares de los caídos, Julio Aro, Gaby Cociffi y los miembros de la Fundación No me olvides, impulsores locales de este proyecto, ante las palabras del Papa argentino: “Diganlés a las mamás, si esto les sirve de bálsamo, que cuenten con todo mi apoyo. Que es algo fundamental que ellas puedan buscar a sus hijos. Por mi parte voy a hacer todo lo posible para que esto se lleve adelante”.

Siguiendo con los pasos correspondientes, Julio Aro y Gabriela Cociffi se reunieron con Monseñor Guillermo Karcher, jefe de protocolo del Vaticano, y le entregaron material y documentación para el Papa. Además, se reunieron también con el flamante embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés, entre otras personalidades internacionales.