Al mismo tiempo pone en discusión el mecanismo de ingresos al sistema público, del cual se sospecha que se utiliza para hacer clientelismo con el recurso de todos”. De esta manera, el referente radical y diputado nacional (M.C.) Gustavo “Tato” Serebrinsky puso en debate la utilización de los recursos públicos en los últimos años, en todos los niveles de la Administración, en el marco de un Informe sobre el Mundo del Trabajo.

Serebrinsky consideró que “no podemos dejar de observar Mar del Plata, donde se discute cuantos son los trabajadores en el ámbito de la comuna, ya sea en la Administración Central, los entes descentralizados y OSSE, pero nunca se llega a un dato preciso por parte del Gobierno del intendente Gustavo Pulti. Entendemos que hay que transparentar esta situación, porque no es lo mismo decir que hay 10.000 o 12.000 empleados. Quien debe corroborar o ratificar la información es el Intendente”.

Por otro lado, el dirigente radical explicó que del trabajo realizado surge que “hay 60.000 familias con problemas laborales (desempleo, subocupación y trabajo sin registración laboral también conocido como “trabajo en negro”), pero estos son números que varían dependiendo la época del año, por ser Mar del Plata una ciudad con fuerte estacionalidad en verano, fruto de la actividad turística. El problema se agudiza en invierno, cuando los servicios se retraen generando un vacío de oferta laboral y profundizando las necesidades más urgentes de los marplatenses”, explicó.

Datos fundamentales

Durante los últimos meses, Serebrinsky participó en la elaboración de datos que sirvieron para las estadísticas de organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Al respecto, destacó que uno de los problemas es la calidad del servicio. “En la Argentina hay mayor cantidad de empleados públicos pero con bajo nivel de prestaciones de servicios. El promedio de América Latina es de 10,7% de empleados sobre el total de la población en edad de trabajar. Argentina esta primero en la región con el 14,8%”. Al respecto, trasladó el análisis a Mar del Plata, considerando que sería fundamental “jerarquizar la carrera del empleado público municipal”. Afirmó que “los empleados públicos argentinos son los de mejor salario de la región pero en los tres niveles del Estado (Nación, Provincia y Municipio) se carece de indicadores de perfiles y objetivos para los funcionarios. Tampoco existen indicadores que faciliten la transparencia del sector público: el 66% de los trabajadores del Estado tienen menos de 5 años en el puesto, mientras un salario medio en la economía ronda los $ 5.000, en el Estado se ubica en $ 11.800, más del doble (136%).

Puntualmente, resaltó que “hay un sector publico adormecido, convertido en presa fácil de intereses espurios, dejando de lado el interés general y dando lugar a presiones de la política, proveedores, contratistas y sindicalistas que imponen cierto manto de sospecha y hasta prácticas mafiosas”.

“Otro tema que nos preocupa, mucho, es como vuelve en servicios al ciudadano la inversión que el Estado realiza –agregó Serebrinsky-. Este año, el Banco Interamericano de Desarrollo publicó un estudio titulado “Una década de reformas del servicio civil en América Latina” en el que investigó la evolución de las burocracias estatales desde 2004 a 2013. Descubrió que el promedio regional de la eficiencia administrativa había crecido de 33 a 42 puntos, con evolución en 11 países, constancias en 3 y deterioros en otros 3. Sin embargo no hay datos de la Argentina, que no publicó sus datos sobre la investigación”.

De 2002 hasta el presente la cantidad de empleados estatales, en todos los niveles, creció 58%. Además, con la economía recesiva, el sector público generó el 71% de los nuevos puestos laborales del 2014. En la actualidad, 3.440.000 personas se desempeñan en el Estado, ya sea en el ámbito nacional, provincial o municipal. En este sentido, el 21,4% de la población económicamente activa tiene un empleo en el sector público. “Durante el tiempo de crecimiento económico la Argentina no aprovechó las oportunidades, no pudo generar industrias que inserten a los argentinos al mundo del trabajo. En la región, la tasa de empleo creció 4 puntos porcentuales, con países como Chile en los que llegó a crecer hasta 9 puntos porcentuales. Sin embargo, en nuestro país, durante el mismo tiempo el crecimiento fue de apenas el 1,8% evidenciando las falencias estructurales de nuestra economía y del Estado para promover más empleo de calidad” detalló.