Horacio Taccone, presidente del Ente de Deportes y Recreación, acompañado por el director de Políticas Deportivas, Juan Manuel Aiello, el coordinador de Deportes Federados, Andrés Maccio y la Coordinadora del Programa Municipal “ Hockey MGP”, Inés Arrondo, dieron una nueva bienvenida al mítico escenario ubicado en el Parque de los Deportes.

Los directivos intercambiaron opiniones con el entrenador nacional y su equipo, tanto de la marcha de la Concentración que están realizando por estos días ( se prolonga hasta el 15), en la ciudad de Mar del Plata, como de la World League Masculina, que con la participación de los mejores equipos del mundo, llegará al Estadio Panamericano entre el 3 y el 15 de junio.

Luego, de observar pasaje del entrenamiento de los Juniors argentinos, los asistentes descendieron de las tribunas, donde solamente quedaron los sacrificados padres que los llevaron hasta el predio y se pusieron , bocha y palo en mano, a las órdenes de Carlos Retegui.

El ex Univerrsitario y Naútico deMar del Plata, con 17 años como jugador del seleccionado. 7 como entrenador, apoyado en su plantel mayor y los juveniles, dividió al nutrido grupo de niños , entre los cuales había chicas de Necochea y Balcarce, en varios grupos.

Dribbling, Conducción, Dominio de la pelota aérea y un trabajo de reacción para las arqueras, en un 75 por ciento de la cancha, fueron las destrezas entrenadas y realmente, entregaron una postal única e inolvidable.

Abarcando todo el ancho de la cancha, en tres grupos, los asistentes debieron ir desde las 25 del arco que da espaldas a la avenida Juan B Justo hasta mitad de cancha, aplicando todo lo aprendido en las distintas estaciones, donde habían sido supervisados por los Leones.

Retegui, antes del cierre, dividió al grupo en equipos de 6 personas y realizó un juego recreativo que denominó “ carrera de cangrejos ” donde los participantes debían ir hacia adelante y luego hacia atrás tomados entre sí, sin soltarse,

El cierre de la capacitación, con las autoridades, jugadores, entrenadores y asistentes a la clínica, en un semicírculo, cuando el reloj ya había indicado la llegada del mediodía, para la imagen final que acompaña esta nota, dio paso a innumerables autográfos y fotos individuales.