Salvatore (57) es quien en una escucha telefónica afirmó que iba a matar a la jueza federal de Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, Zunilda Niremperger, a cargo de la instrucción del mismo caso.

El fiscal general ante ese tribunal oral, Federico Carniel, solicitó ayer la “inmediata detención” de Salvatore al considerar que puso en evidencia “su real capacidad operativa y logística” para fugarse o entorpecer la causa y consideró que debí­a volver al penal de Ezeiza, en Buenos Aires.

Paralelamente, el inicio del debate se demora porque hubo que modificar la integración del tribunal oral.

La presidenta, Ana Victoria Order, no podrá ser parte del juzgamiento del caso porque intervino como jueza subrogante de la Cámara Federal de Apelaciones en numerosos reclamos que se dieron el proceso de instrucción.

Según las fuentes, los jueces del caso “Carbón Blanco” serán el camarista de Corrientes Luis González y los magistrados de Formosa, Eduardo Belforte y Rubén Quiñonez, ambos integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal.

El cuarto juez será Aldo Alurralde, a cargo del Juzgado de Primera Instancia de Reconquista, provincia de Santa Fe.

Por otra parte, el fiscal Carlos Sansserri, que interviene en la instrucción de la causa, señaló que el lunes pedirá que médicos del cuerpo forense de la Corte Suprema de Justicia y un profesional propuesto por el Ministerio Público Fiscal determinen si Salvatore está en condiciones de ser trasladado a Roque Saenz Peña para declarar ante la jueza Niremperger.

Es que la magistrada quiere indagarlo tras 39 allanamientos que se realizaron la semana pasada en la Capital Federal, Mar del Plata, Santa Fe y Santiago del Estero en casas particulares, empresas, inmuebles rurales, estudios jurí­dicos, notariales y contables.

Los operativos fueron impulsados en la investigación a cargo de Sanserri, a la que se sumó el fiscal general a cargo de la Procuradurí­a de Criminalidad Económica (Procelac), Carlos Gonella, que sospecha que el origen de los activos de Salvatore y otros imputados es producto de lavado de dinero proveniente del narcotráfico.

La semana pasada fueron detenidos en esta misma causa la esposa de Salvatore, Silvia Valles; el padre de ésta, Santiago Valles Ferrer, el abogado marplatense y dirigente del radicalismo, Mariano Castelucci, Esteban Croitoro Gassán y Ricardo Saba.

También se pidió la detención de la hija de Salvatore, Carla, ahora de viaje en Estado Unidos y que regresarí­a en los próximos dí­as al paí­s, en tanto que hay un prófugo.

Salvatore continúa mientras tanto con una “internación domiciliaria” en su casa del barrio porteño de Belgrano, concedida en enero por el tribunal oral.
Fuente:Télam