En esa oportunidad Belasco embistió en su automóvil marca Fiat Duna Weekend de color gris a Eliana Nicuez y a sus dos hijos, en el cruce de Luro y 184.

Tras atropellar a las víctimas, el vehículo chocó con otros dos rodados estacionados. De inmediato, el albañil salió corriendo hacia su casa, ubicada cerca del lugar del accidente.

Eliana, Lautaro y Bautista murieron casi en el acto, mientras que Belasco se comunicó con la policía y dijo que le habían robado su automóvil.

Luego de ser trasladado a la comisaría sexta, el conductor confesó lo que realmente había ocurrido y quedó detenido. Seis días después recuperó la libertad, y en esa condición llegó al juicio que se inició el jueves 16 de abril pasado.

Es de resaltar que el fiscal de Delitos Culposos, Pablo Cistoldi, había solicitado que el imputado recibiera la pena de cuatro años de prisión efectiva y diez de inhabilitación para conducir vehículos.

Por su parte, la querella -representada por los abogados Maximiliano Orsini y María Eugenia Lemoine- pidió a los jueces que sentencien a Belasco a doce años de prisión y la misma cantidad de inhabilitación para conducir.

La diferencia entre los alegatos de las partes está vinculada a la carátula del caso. Mientras que para el fiscal Cistoldi, el albañil debe ser condenado por “triple homicidio culposo”, Orsini y Lemoine están convencidos de que se trata de un“homicidio triple con dolo eventual”, lo que aumentaría considerablemente la pena.

Durante el debate oral, el propio Belasco habló por primera vez del hecho que provocó la muerte de Eliana y sus hijos. El albañil pidió perdón a la familia de las víctimas y dijo que no tuvo intención de matar porque ni siquiera conocía a la joven y a los niños.