Desde Patria Grande queremos expresar nuestra opinión respecto de un fallo que tomó conocimiento público hace pocos días y ha generado gran repercusión en nuestra sociedad. Nos referimos al fallo del Juez, y docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Horacio Daniel Piombo y de Ramón Sal Llargués, en el cual le redujeron la pena a un hombre condenado por abusar sexualmente de un niño de 6 años, utilizando como argumento la supuesta orientación sexual de la víctima.

Los jueces consideraron que la pena impuesta debía ser reducida porque el niño víctima del abuso tenía “una orientación sexual homosexual y estaba habituado a que lo abusen”; porque “es gay, ya tiene su sexualidad definida. El abuso pasó pero no fue tan ultrajante”. Pasemos en limpio: un niño de 6 años fue abusado sexualmente por un hombre adulto, que fue declarado culpable del delito y se le impuso una pena, la cual ahora es reducida mediante un fallo que afirma, en otras palabras, que como el niño es gay el abuso no es tan grave.

No es la primera vez que Piombo firma un fallo de estas características. En el año 2011 fue parte de una resolución por un delito similar, en la cual hicieron lugar a la reducción de la pena impuesta a un pastor acusado de abusar de dos niñas de 14 y 16 años, argumentando que ellas ´son de un nivel social que acepta relaciones a edades muy bajas´.

Discriminación de clase y heteronormativa, estigmatización, homofobia, legitimación de un delito aberrante…¿Hacen falta más adjetivos?. Al poner en el centro del debate jurídico la orientación sexual de una persona, el Poder Judicial no hace más que naturalizar la violencia sexual e institucional.

Atenuar la condena de un violador con esos argumentos nos parece inadmisible y demuestra una clara perversión argumentativa e hipócrita de quién, en su faz académica, se jacta de promulgar una teoría tridimensional del mundo jurídico que hace su análisis tomando como dimensiones la justicia, la dogmática y la sociología para ser más igualitaria.

Desde Patria Grande manifestamos nuestro más profundo repudio ante este fallo. Creemos que como estudiantes, abogados y abogadas tenemos que combatir las prácticas patriarcales y machistas tan arraigadas en el ordenamiento jurídico y en el Poder Judicial. No queremos que docentes como Horacio Piombo formen a futuros profesionales del derecho que, el día de mañana, deberán que ser capaces de defender los derechos de nuestro pueblo.