Los y las marplatenses tenemos en nuestras manos la oportunidad de elegir. No de optar. Elegir.

Las elecciones de octubre son eso...elecciones. Y aunque parezca obvio, lo importante de enfatizar en ello es que pareciera que tenemos solo la posibilidad de “optar” entre dos candidatos. El actual intendente y el actual eterno concejal. Sin embargo octubre representa la posibilidad de elegir qué modelo de país se acompaña, qué tipo de gobierno municipal se prefiere, y qué concejales se eligen para aportar proyectos, control y transparencia.

Nuestra ciudad necesita que elijamos con libertad en función de nuestras ideas y anhelos. De nuestros proyectos e intereses, y del interés común. Imagino así que la posibilidad de votar no solo intendente (también concejales y consejeros escolares) nos obliga a imaginarnos qué ciudad queremos construir. En qué ciudad queremos vivir.

Los y las progresistas intentamos representar una mirada de la vida y de la política que entendemos, es superadora de viejos prejuicios, de modelos de sociedad que ya no existen y superadora también de la ineptitud, la corrupción y la falta de gestión.

Somos progresistas, por ende celebramos los avances sociales de los más vulnerables, promovemos la convivencia pacífica, la armonía con el ambiente y la planificación de la ciudad que viene o mejor dicho, la ciudad que hay que ir a buscar.

El actual intendente propone por tercera vez la posibilidad de bajar el desempleo, la pobreza y la indigencia en nuestra ciudad. De promover políticas para los jóvenes y adultos mayores. De emprolijar las finanzas y garantizar la salud y la educación. Tener un plan para garantizar la paz social. La tercera es la vencida dicen…

Por otro lado el concejal Arroyo propone una ciudad desde una concepción cerrada y con olor a humedad.

Estamos para más. Merecemos más. Necesitamos más.

Desde el progresismo intentamos, por el contrario, tomar dimensión de lo que está en juego. Intendente y concejales que promuevan un futuro próspero, con capacidad de gestión y ojos abiertos al futuro. Brazos abiertos a los nuevos desafíos.

Mar del plata y Batán se encaminan hacia una nueva elección y estará en nuestras manos exigir otro tipo de debate. Estamos convencidos que son necesarias más voces e ideas para mejorar nuestras condiciones de vida y permitir dar voz a los que no la tienen. Desde la construcción de un Estado que sostenga al que no tiene fuerzas, que levante al que cae, que empuje al que quiera animarse, que acompañe al que no pueda solo, que respete al que contribuye y que se planifique a sí mismo. Para mutar. Para modernizarse, para cuidarse y cuidarnos.

Proponemos una ciudad distinta, voces distintas. Nuevos tiempos, nuevos actores y un futuro por construir. Entre todos. Para todos. Por todos.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.