Francisco recibió este sábado en audiencia privada de 22 minutos al presidente Mauricio Macri.
El mandatario, que llegó acompañado por una comitiva de una decena de personas, entre ellas su esposa, Juliana Awada, vestida de negro y que se puso sobre la cabeza una mantilla negra para el encuentro papal, se quedó a solas con el pontífice en la Biblioteca, el lugar en el que el Papa suele recibir a sus invitados en las audiencias privadas en el Palacio Apostólico.
"Buenos días, señor presidente", dijo el Papa a Macri, quien respondió "¿Cómo le va Francisco? Un gusto".
Al encuentro privado le siguió una recepción a la delegación presidencial, tras lo cual se procedió al habitual intercambio de regalos. Tras el encuentro entre ambos, el Pontífice saludó a la Primera Dama y luego al resto de la delegación.
Uno por uno, Francisco fue estrechando las manos del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, el de Salta, Juan Mauel Urtubey y la de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, que lo saludó con un beso.
Después de la reunión, Macri mantuvo un encuentro con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, como suele ser habitual tras las audiencias papales.
La llegada al Vaticano de Macri se había producido en automóvil, en el que llegó hasta el patio de San Dámaso del palacio, donde ondeaba la bandera argentina en honor de los visitantes, por el Prefecto de la Casa Pontificia, el alemán Georg Gaenswein y allí le esperaba la Guardia Suiza, en una mañana gris y con ligera llovizna.
Forma parte de la comitiva que acompaña a Macri a Roma el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la canciller, Susana Malcorra; el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el secretario de Planeamiento Estratégico, Fulvio Pompeo.