Uno de los primeros en caer luego de que la Justicia Federal ordenara la investigación por diversos ataques de bandas neonazis en la ciudad fue Alan Olea, líder de la agrupación de derecha "Bandera Negra" y pareja de la hija de Carlos Pampillón.

El acusado fue trasladado al Juzgado Federal N°1, de Viamonte y Bolívar, donde declaró durante varias horas frente al juez Santiago Inchausti, quien está a cargo. Allí, fue aguardado por una guardia firme compuesta por su propia novia y el padre. Este último se dedicó a hablar uno por uno con los periodistas que aguardaban en el lugar y hasta los amenazó: “Si le pasa algo a mi hijo, ustedes van a morir”, les gritó.

Quienes también llegaron al lugar fueron Nicolás Caputo y Gonzalo Paniagua, los otros dos detenidos, acusados de hechos vandálicos y de violencia. Fueron custodiados por la propia policía de Seguridad Aeroportuaria, encargada del traslado, luego del arresto por parte de Prefectura.