Después de tantos años de lucha, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Mar del Plata continúa con la búsqueda de su nieto nacido en cautiverio. A 40 años del golpe, sostiene que las ganas están intactas y la esperanza más fuerte que nunca.
Llega al recinto del Concejo Deliberante y la saludan todos. Es difícil sostener una charla larga con Ledda sin que alguien interrumpa. Y ella, siempre con un abrazo para regalar. Brinda una sonrisa, un guiño y es rara la vez que no lance un chiste.
"Son tantas las sensaciones en este año en particular, esta fecha en sí es especial", comenta a Cazador de Noticias antes de arrancar la nota.
Son cuarenta años de lucha que esta vez tienen un pequeño rayito de sol. "La presencia de Obama en la Argentina es un condimento con la desclasificación de archivos. A las abuelas que todavía no encontramos a nuestros nietos, nos genera un aleteo", cuenta.
Es que según Ledda, "ellos, (como los nazis), llevaban todo registrado". "Mi nieto puede estar ahí", dice entre pensamientos.
Pero hay algo que la preocupa y está a pocos kilómetros del recinto deliberativo. "Lo que me saca hoy del eje es este asesino que vive en la ciudad, que sabe dónde están los hijos secuestrados del Pozo de Banfield (el represor Juan Miguel Wolk). Entre ellos está mi nieto y eso realmente me pone a prueba. A veces una se olvida que está en un organismo y se te cruzan mil cosas por la cabeza", sostiene.
Ella invita a no quedarse con los brazos cruzados. "Son 40 años donde el enemigo está siempre delante de tus ojos", asegura.
Para este aniversario del golpe de Estado, Ledda dice que hay mucha más actividad que en otros años: "Hay que analizar por qué justo con un gobierno que no es partidario, se dan tantas actividades. Pero son cosas como esas las que me dan mucha fuerza para seguir".
Con esa fuerza, sigue luchando y luchando. El mensaje de las Abuelas siempre es conciliador y de esperanza, para no bajar los brazos jamás. Y Ledda le agrega su historia personal: "Lo voy a conocer, ya lo voy a conocer".