Ya en plena temporada 2016, con una cartelera que ofreció 12 partidos en 19 días -con cuatro atractivos clásicos incluidos- se había adelantado. Y ayer el propio presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, confirmó la posición de su club, de renovar el contrato con la empresa que organiza el tradicional Torneo de Verano en Mar del Plata.

“No vamos a jugar más los torneos de verano. Nos han perjudicado en plena pretemporada. Se terminó el vínculo con Torneos, y no vamos a jugar más los torneos de verano”. Pero la decisión de River no es sólo para el verano, lo mismo sucederá en el parate de invierno”, aseguró D’Onofrio en diálogo con el programa “Jogo Bonito”.

Así, con River fuera de la ciudad en enero de 2017, se cae la chance de reeditar el Superclásico ante Boca y pone en duda la realización del torneo estival. Sobre todo porque Boca podría seguir los pasos de River.

A las dos instituciones más poderosas del país los seduce más la posibilidad de jugar algún Superclásico fuera del país, o bien tomar parte de torneos internacionales. Tanto D’Onofrio como Daniel Angelici, mandamás del club de la Ribera, se habían manifestado en esa línea. Inclusive trabajaron en conjunto sobre el tema, en una reunión que mantuvieron en un reconocido restaurante marplatense con el embajador estadounidense en Argentina, Noah Mamet, durante este verano.

Marcelo Gallardo, el DT riverplatense se había manifestado en enero en contra de la participación de su equipo en estos torneos de verano, entendiendo que atentaban contra la preparación de su plantel de cara a las competencias oficiales. Y Angelici admitió que tuvo que rechazar una invitación de un grupo árabe que quería incluirlo en un certamen amistoso internacional con Barcelona y Manchester United, entre otros.

Es que la cuestión económica es el eje del tema. River y Boca percibían 150 mil dólares por cada partido de verano en Mar del Plata. Pero en el caso de los “millonarios”, la actual gestión dirigencial no había visto un peso porque Daniel Passarella, el anterior presidente, había cobrado por anticipado esos derechos. Y los dos entienden que jugando en el extranjero ese cachet podría ser más suculento aún.

Sin los dos gigantes, la realización del torneo de verano en Mar del Plata corre peligro, porque la empresa organizadora manifestó en más de una ocasión que la recaudación del Superclásico dejaba las ganancias que no arrastraban los otros partidos, aún cuando incluyeran a los otros tres equipos grandes.

Por eso, aún cuando Independiente y Racing todavía tienen dos y un año por delante de contrato respectivamente, el torneo de Verano 2017 quedó en duda a partir de la confirmación de D’Onofrio de bajar a River del próximo. En todo caso, los organizadores deberán buscarle la vuelta para hacer atractivo un torneo de Verano sin el condimento extra que aporta el Superclásico.

Por lo pronto, Mar del Plata, sus habitantes y los turistas que la visitan cada verano, se perderían así la posibilidad de seguir teniendo el Superclásico, el principal espectáculo deportivo de cada temporada. Un clásico que desde 1974 engalanó la cartelera marplatense.