Quilmes cortó una racha de cuatro caídas consecutivas con un claro triunfo sobre Regatas por 94 a 78 en Once Unidos por la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol. El equipo de Leandro Ramella impuso su mayor energía y se aprovechó de un rival que está bajo anímicamente. El viernes se jugará el clásico marplatense desde las 21 en el Polideportivo.
Sin embargo, el conjunto local entró en ritmo de a poco. Le costaron los primeros minutos y parecía que Baxley, defendido por un alero alto, podía llegar a sufrir la apuesta de jugar con un perímetro con tres “chicos”. Sin embargo, con la defensa fue encarrilando todo. Regatas falló demasiado. Y, a medida que corrían los minutos, empezó a hacer agua atrás.
Primero por el lado de Paolo Quinteros, impotente para seguir a Luca Vildoza. La “joya” quilmeña, imparable, marcó el camino del despegue con sus “bombas”. Y el equipo terminó de ponerse mejor con el ingreso al partido de Tayavek Gallizzi, más sólido que Romero atrás, pero anoche también útil en el poste bajo.
El desastre correntino se agudizó en los primeros tres minutos del segundo cuarto. No sólo Vildoza le hizo lo que quiso a Quinteros. También Baxley al uruguayo Aguiar. Y al influjo de los tiradores aparecieron las oportunidades de buenos lanzamientos para Maciel y Gallizzi.
Quilmes aplicó un parcial de 15-0 para tomar una máxima luz de veinticuatro puntos (37-13) a falta de siete minutos. Recién entonces Regatas ensayó una reacción. Con Javier Martínez en cancha, quien jugó a alimentar a Saiz y a Lang y consiguió sacarles algo de jugo. Y también pasando a una defensa zonal, que Quilmes no alcanzó a desentrañar. Así, de irse al vestuario con el partido sentenciado en contra, pasó a hacerlo con una ligera esperanza: 36-49.
Quilmes, de todos modos, detuvo la escalada con una salida vigorosa al tercer cuarto. Aprovechó que Regatas reapareció al partido con marcación individual y le aplicó un 11-5 en los primeros tres minutos para irse a 60 a 41.
Los correntinos, rápido, volvieron a pasar a defensa zonal y a provocarle problemas al ataque quilmeño. Pero no pudieron ir mucho más allá de reducir la brecha a nueve puntos en un par de oportunidades. Le faltaron porcentajes y piernas para lograrlo. Un par de triples (Baxley y Vildoza) contra la zona le devolvieron la tranquilidad a Quilmes (70-56) a la hora de ingresar al cuarto final.
Los aciertos de Gallizzi en el poste y de Baxley mantuvieron a Regatas a raya. Y un triple increíble de Cequeira, con falta incluida de Paolo Quinteros, terminó de sentenciar el pleito. Ahí Quilmes escapó 85 a 68 y ya no hubo vuelta atrás.
El equipo de Ramella supo salir a flote en otro momento difícil. Y sus hinchas se fueron ilusionados y pidiendo un triunfo en el clásico del viernes frente a Peñarol