La novedad trascendió en la noche del jueves y fuentes extraoficiales aseguraron que Castillo debió ser sometida a distintas prácticas ante el agravamiento de sus lesiones.

El caso ocurrió el 7 del corriente en una casa del barrio Autódromo hasta donde llegó, en horas de la madrugada, Nicolás Olivera Escalante, un ex convicto del que Castillo había intentado alejarse tras conocerlo mientras cumplía una pena. La mujer, madre de tres hijos, supo que Olivera Escalante pagaba una condena por abuso sexual y entonces decidió no continuar con la relación.

Sin embargo el hombre no aceptó esa salida y comenzó a hostigarla, hasta que perpetró el ataque. Anteriormente ya habían habido amenazas precisas. Después del brutal atentado contra la casa de Castillo, Olivera Escalante escapó y fue detenido en Buenos Aires.