Se trata de Industria Herzo, una fábrica en San Luis que producía accesorios, mochilas y carteras para la conocida marca de calzado e indumentaria deportiva. Es consecuencia de la decisión del Gobierno nacional de abrir las importaciones que, según indican, forzará a la planta textil a cerrar sus puertas. CAME afirma que la medida amenaza al 79% de las Pymes.
Para la empresa alemana es más rentable traer los productos desde Brasil y China que producirlos en el país. La planta está asentada en la localidad de Concarán, San Luis, desde hace 30 años, y según sus autoridades, cerrará sus puertas en agosto porque no pueden competir contra los productos importados que comenzaron a entrar al país desde diciembre con la decisión del presidente Mauricio Macri de permitir el ingreso casi irrestricto.
"La situación se empezó a complicar a partir de diciembre, cuando se abrieron las importaciones y todo lo que nosotros fabricamos ahora Puma lo trae de afuera, y los precios a los que eso entra al país hace que nosotros no podamos competir", confirmó Marcelo Iglesias, responsable y apoderado de la planta industrial, según una entrevista publicada por el portal digital "sanluis24.com.ar".
"No nos podemos sostener. Es triste. Vamos a cerrar una planta que tiene 30 años de funcionamiento y que le da de comer a 200 familias en el pueblo", añadió.
Iglesias explicó que la empresa no tiene problemas económicos y que indemnizarán a los trabajadores despedidos, pero criticó duro a la gestión de Macri al señalar que lo que necesitan "es trabajar y el gobierno parece que no lo entiende".
Un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en más de 300 industrias pequeñas y medianas del país afirma que el 79% de las industrias consultadas asegura que la apertura de las importaciones representa una amenaza para su empresa, mientras que el 49,5% dice que en el último trimestre se han visto claramente perjudicados, perdiendo ventas en manos de los productos importados.