Por Pablo Aceto
Presidente del Partido Socialista Auténtico
Mar del Plata-Batán
La publicación de los haberes cobrados por funcionarios públicos de la Municipalidad han generado un gran debate, históricamente el Partido de General Pueyrredón tuvo dos temas conflictivos de alto voltaje político a resolver por el Honorable Concejo Deliberante: uno es el aumento de tasas y del boleto del colectivo y el otro, el aumento en la dieta de los funcionarios del Ejecutivo y Concejales.
Pero, la política en forma corporativa solucionó lo que aparentemente más le preocupaba: las dietas por percibir, entonces engancharon el aumento de la dieta con el aumento de los haberes de los empleados municipales; de esta forma, no solo se sacan de encima el tener que debatir en público sus particulares necesidades “dietarias”, sino que además logran los beneficios de los asalariados, razón por la cual los funcionarios con “dilatada” trayectoria en la función pública, por ejemplo, también cobran antigüedad.
Esta situación, distorsiona el sentido de la dieta del funcionario político, que es al solo efecto de compensar al ciudadano que abandona la actividad privada y que en forma “vocacional” dedicándose full time a la “carga pública”.
Este manejo, que se aprobó hace tiempo, tiene un fondo perverso, en el sentido que lo único que se ha resuelto, son los problemas de los políticos y esto para decirlo más claro, es una forma de corrupción.
Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.