Según la reconstrucción de lo sucedido, los abusos habrían comenzado en 2014. “La chica era clienta del lugar y la atendía a lo último. Cuando no había más gente, la abusaba“, confió una fuente con acceso a la causa.

El caso se conoció el año pasado cuando la adolescente estaba en la escuela y de repente comenzó a sufrir una crisis y se descompensó. Las autoridades del colegio fueron a ayudarla y en medio de los fuertes nervios, la chica contó el infierno en que vivía: un comerciante del barrio había abusado de ella varias veces y la amenazaba para que no contara nada.

A partir de ese momento, lo sucedido fue denunciado a la Policía y en el caso tomaron intervención desde la fiscalía N°6, a cargo de Juan Pablo Lódola, y especialistas de la Comisaría de la Mujer. “Realizadas las tareas del caso con personal idóneo, se logró establecer que la menor se encontraba ubicada en tiempo y espacio, que poseía conducta tímida, y que es emocionalmente vulnerable”, reveló una fuente consultada.

Los investigadores también comprobaron que la adolescente había tenido cambios en su conducta y que el rendimiento escolar había bajado. Hasta que un día, no puedo aguantar más y contó en el colegio lo ocurrido.

Finalmente, el fiscal le solicitó a la jueza de Garantías, Rosa Frende, que libere la orden de allanamiento. Con la autorización judicial, efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) ingresó el jueves al comercio del acusado y lo detuvo. El hombre quedó alojado en la unidad 44 del Penal de Batán. Ahora. resta que se realicen los peritajes para determinar si los rastros genéticos encontrados en la víctima son compatibles con los del detenido.