Las manifestaciones que vienen sucediéndose con respecto a tomar fondos de la empresa municipal de aguas OSSE para cubrir déficit de la Administración Central municipal son preocupantes. El grave contexto actual hace que no deba tomarse superficialmente esta posibilidad.

Como sabemos OSSE es un ejemplo en nuestra ciudad que demuestra claramente que se puede administrar bien desde el estado, con una seriedad y responsabilidad de sus integrantes -que abarca desde directivos hasta trabajadores- que debe ser una experiencia concreta para aprender y valorar. Una autarquía bien entendida, la noción que lo público debe ser sinónimo de buena y efectiva prestación de servicios, un sindicato que defiende a sus representados pero sin avalar ninguna práctica que vaya en contra de la empresa y la gente, resultados en inversiones y financieros positivos, hacen que sea obligatorio tomar nota, conocer y sobre todo cuidar esta experiencia exitosa local, en especial para los que estamos en la actividad pública.

Por eso debemos preservar este espacio público: usar el superávit que ha logrado (y que es fundamental para que la empresa siga creciendo y obtenga créditos internacionales para seguir desarrollando su función) para cubrir déficit estructural del Municipio no solo sería una barbaridad llena de insensatez, sino que además es una señal pésima al castigar a quien hizo las cosas bien. Los montos de superávit de la empresa traspasados al Municipio apenas aportarían “aire” al déficit actual, en un par de meses seguiríamos en la misma situación de problemas financieros de la Administración Central, pero habremos sumado el desfinanciamiento y por tanto la puesta en peligro de nuestra empresa municipal de Servicios Sanitarios. No solucionaríamos nada y agregaríamos problemas. Un pésimo camino.

A veces las situaciones difíciles hacen que algunos busquen respuestas poco serias y razonables, como evaluar la posibilidad que se ha hecho circular. General Pueyrredón tiene que apostar a la seriedad, a la gestión, a desarrollar su economía y producción para hacer viable los números del estado. No se soluciona con manotazos de ahogado ni tomando lo primero que se cruza. Y es importante que demos mensajes claros: que valoramos una historia seria estatal como la de OSSE, que debe ser un faro a seguir y cuidar, que no se va a castigar al que hace las cosas bien sino que queremos corregir los errores que han llevado a esta gran ciudad al estado de parálisis y quiebra que hoy la asedia.

OSSE no es de un gobierno, es una política de estado que fue cuidada por todos los partidos y fuerzas. Acompañamos el estado de alerta que justificadamente estableció SITOS, poniéndonos al servicio de las acciones que haya que llevar adelante para cuidar la empresa. Esperemos que las actuales autoridades, muchas comprometidas legítimamente con esta empresa estatal ejemplar tan nuestra, no lo pierdan de vista por las urgencias y coyunturas que se pueden estar viviendo. En este tema debemos estar todos unidos: OSSE se protege, por todos.

Aclaración: La opinión vertida en este espacio no siempre coincide con el pensamiento de la Dirección General.