Pablo Román, el joven de 19 años que fuera detenido por el brutal asesinato de su padre en una vivienda del barrio San Juan, apareció muerto en su celda de la Unidad Penal de Batán donde aguardaba el juicio.
La muerte de Román fue descubierta esta madrugada durante el recuento habitual efectuado por personal del Servicio Penitenciario de la Unidad 15 de Batán. Así lo confirmaron desde las oficinas administrativas y del área de prensa del complejo carcelario.
Román se hallaba detenido desde fines de enero cuando personal de la DDI lo descubrió oculto en la casa de su madre. Entre ese y otro domicilio del barrio Cerrito había pasado el mes y medio posterior al asesinato de su padre Carlos Alberto Román.
Esta madrugada los agentes del Servicio Penitenciario se dirigieron a la celda que Pablo Román ocupaba en el pabellón de Separación de la UPNº15 y lo hallaron ahorcado. Román habría utilizado una sábana que ató a un saliente de una ventana.
Una vez que los médicos determinaron que el interno estaba sin vida se puso en conocimiento del hecho al fiscal en turno Fernando Castro, quien dispuso una serie de diligencias para verificar que todo haya sucedido tal como lo relató el servicio penitenciario.
De todos modos, se trata de una acción de protocolo ya que no existirían dudas respecto al suicidio.