El Intendente puso al área de Coordinación Administrativa al frente de la investigación. Se busca corroborar la calidad y cantidad de los elementos utilizados “para saber si corresponden con lo consignado en la licitación”.
El intendente Carlos Fernando Arroyo firmó un pedido de auditoría sobre los contratos de asfalto de General Pueyrredon, entre 2011 y 2015, y puso a cargo de la mencionada tarea a Iván Lorenzo Gemignani, titular de Cordinación Administrativa y dependiente de la Secretaría de Gobierno. En un plazo de 60 días investigarán la calidad y cantidad de los materiales utilizados “para saber si estos se corresponden con lo consignado en los correspondientes pliegos licitatorios”.
“El Dr. Arroyo, con buen tino, ha observado que hay destrucción y deterioro de materiales que han sido usados en licitaciones contratadas con anterioridad a nuestra gestión”, declaró. “Ya me puse en contacto con las autoridades del EMVIAL – continuó Gemignani – a los efectos de poder disponer de la lectura de todas licitaciones efectuadas del 2011 al 2015. Primero leeré la parte licitatoria para estar compenetrado de lo que se ha mandado a realizar y luego, la segunda fase, tomaré muestras para ver si la calidad de los materiales corresponde al pliego determinado. Esto es muy importante, porque los fondos de la comuna son públicos, no son de ninguna gestión. Deben ser utilizados como corresponde”.
MUESTREO CON PRESENCIA DE EMPRESAS Y ESCRIBANO
En ese sentido, el funcionario remarcó que “este muestreo se realizará en determinadas zonas del partido de General Pueyrredon” y anexó que “el asunto es hacer los estudios como corresponde y ser completamente imparcial al momento de dictaminar la auditoría”.
Además, adelantó que están analizando qué laboratorio hará los chequeos: “Que el análisis lo haga una dependencia que está encargada del asfalto puede no ser conveniente. No descartamos hacerlo en uno privado o en el INTI”.
En términos de plazos, interpretó que “el tiempo estaría fijado en 60 días y espero poder cumplimentarlo en esas fechas, o antes. Lo que demandaría un poco más de tiempo sería la toma de muestras. De hecho, hemos acordado con Arroyo que antes de cada muestra voy a citar a las empresas para comunicarle el día y hora de la extracción correspondiente, para que después no digan que se hizo mal. Incluso, ante la presencia de un escribano para que dé autenticidad de lo que se esté haciendo”.