Estas acciones constan de diversos mensajes emitidos por redes sociales y medios de comunicación, así como del pedido directo a los frentistas a que planten árboles en sus veredas.

Invitamos a sumarse, procediendo a realizar la reforestación, utilizando la especie FRESNO AMERICANO por ser la que más ventajas ofrece, sin generar inconvenientes.

Los árboles contribuyen a mejorar estética y paisajísticamente nuestro hábitat urbano, a amortiguar el impacto de las altas temperaturas, las fuertes lluvias, los vientos y los ruidos. Es nuestra función aportar al derecho a un medio ambiente equilibrado.

De esa forma también aportaran un entorno más saludable y oxigenado propicio para un ámbito más distendido y adecuado, favoreciendo la calidad de vida de la ciudad, y generando un especial impacto de mejoramiento estético .

No hay duda de las innumerables ventajas que aporta la forestación urbana a la calidad de vida, de efecto directo en el mejoramiento del ambiente, no solo en cuanto a la producción de oxígeno, vital para los seres humanos, y la eliminación de dióxido de carbono, imprescindible para la calidad del aire que respiramos.

Que los árboles aportan a la calidad del suelo, frenan la erosión, protegen de los vientos y regulan la humedad ambiental y los impactos climáticos; disminuyen los ruídos y la circulación de polvillo y otras partículas contaminantes, protegen a su vez a las especies avícolas, evitando su migración.

“Un árbol de mediano porte proporciona oxígeno para diez personas por día, entonces cuando se analiza el arrancado de un árbol hay que calibrar el beneficio que los árboles dan en contrapartida al daño que ocasionan", según la ingeniera agrónoma Diana Perazzolo de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Córdoba, quien señala que “los beneficios que brindan los árboles son innumerables: aminoran la velocidad del viento, mantienen la humedad relativa, son un cobijo para los pájaros, posibilitan un mejor sonido, brindan sombra, es decir una serie de ventajas que el común de los mortales no racionaliza porque están de forma permanente donde hay árboles. Es decir una serie de beneficios que solo se dimensionan cuando los árboles no están”.

Tampoco resulta menor el aporte estético de las arboledas urbanas, ocultan paisajes y construcciones desagradables, morigeran el impacto del cemento y las construcciones, embellecen y dan cobijo.

También impactan profundamente en nuestro estado de ánimo y emociones, proveyendo beneficios sicológicos inconmensurables. Un bosque saludable que crece en los lugares donde las personas viven y trabajan es un elemento esencial para la salud de las mismas.