Médicos forenses confirmaron que el cuerpo en estado de descomposición que fue encontrado días atrás en un campo de Balcarce pertenece al puestero Francisco Lacuadra de 67 años. También se afirmó que la muerte se produjo por causas naturales.
Personal forense de Policía Científica confirmó la identidad tras un detalle fisonómico singular: Lacuadra carecía de un ojo y utilizaba una prótesis ocular. Así trascendió de la investigación que realiza la policía de Balcarce y la fiscalía descentralizada a cargo de Rodolfo Moure.
La intervención de los médicos debió esperar más de una semana por el estado en que se encontraba el cadáver y, cómo es necesario, fue sometido a frío intenso durante todos estos días. Los peritos que realizaron la necropsia no hallaron indicios de una muerte violenta y la dataron 7 semanas antes del hallazgo, de modo que coincide con la fecha aproximada en la despareció.
Aunque en el lugar del hallazgo había indicios suficientes para confirmar que se trataba de Lacuadra, la labor forense le dio la formalidad exigida por el contexto judicial. Vale recordar que el cuerpo fue descubierto por los operarios de una máquina agrícola a 3.000 metros de donde desapareció, con la vestimenta descripta por testigos y familiares, un teléfono celular y una gorra.
Lacuadra se desempeñaba como cuidador del establecimiento “San Cristóbal”, ubicado en el paraje “El Capricho”. La propietaria del lugar, María Núñez, denunció a la Policía que perdieron contacto con el nombrado durante el fin de semana del 3 de junio y nunca más se supo de él.
El puestero le comunicó a Núñez que se sentía amenazado aunque no especificó de qué se trataban las amenazas. Más tarde se conoció que esta no sería la primera vez que acusaba una situación de este tipo y que estaría padeciendo una enfermedad que se denomina “delirio de persecución”. Según una fuente de la investigación, Lacuadra alucinaba con ver ciertas personas u objetos que lo perseguían casi constantemente.