De acuerdo a un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) es el octavo mes consecutivo que las ventas se retraen, acentuando la crisis que atraviesa la actividad comercial desde principio de año.
En agosto se sintió fuerte la pérdida de poder adquisitivo de las familias, y los altos niveles de endeudamiento que limitaron las posibilidades de consumo con tarjeta en cuotas sin interés. Si bien el mercado continuó ofreciendo esa modalidad de pago, hubo más rechazos de operaciones que otros meses, o divisiones de compras entre más de un plástico. Pero aun así los niveles de transacciones fueron bajos.
En general el público aprovechó las ofertas y eso fue lo que por momentos movió más el mercado. Frente a las necesidades de liquidez hubo comercios que hicieron descuentos muy agresivos por compras en efectivo, donde se podían llevar productos a mitad de precio. Pero si bien fue una estrategia de emergencia que ayudó, no alcanzó para contener la caída.
Las caídas anuales más pronunciadas en el mes ocurrieron en: 'Electrodomésticos y artículos electrónicos' (-17,3%), 'Neumáticos' (-15,7%), 'Ferreterías' (-11,8%), ´Materiales para la construcción' (-10,8%), y 'Bazares y regalerías' (-9,6%). Con tendencia opuesta, crecieron las ventas en 'Perfumerías' (+1,4%) y 'Jugueterías, rodados y librerías' (+1,9%).
Pero a pesar de la mala performance, agosto tuvo dos puntos movilizadores. Uno fue el Día del Niño, que si bien fue menos dinámico que el año pasado, ayudó a sostener la venta durante una semana en algunos sectores. Y el segundo se sintió sobre fin de mes, cuando en algunos rubros se notaron más consultas y demanda. Eso dejó abierta ciertas expectativas positivas sobre lo que pueda suceder en septiembre, aunque los comercios por ahora son muy cautos en ilusiones.
Con el resultado de agosto, las ventas minoristas medidas en cantidades registraron una tasa de caída promedio anual de 6,7% en los primeros ocho meses del año.