Un nuevo terremoto de magnitud 6,5, más fuerte aún que los del pasado jueves, se ha sentido este domingo a las 7.41 el centro de Italia. El sismo, con epicentro entre Perugia y Macerata, ha hecho temblar durante varios segundos las casas del centro de Roma y de ciudades tan distantes como Florencia o Nápoles. No se tiene noticia de víctimas mortales, aunque sí hay al menos una veintena de heridos, la mayoría leves, según datos de Protección Civil. Los daños materiales son cuantiosos. La magnífica basílica de San Benedicto, en Norcia, se ha venido abajo en gran parte.
Los casi 5.000 vecinos de la localidad de Norcia, especialmente afectada por el nuevo seísmo, están angustiados y temerosos porque la tierra no deja de temblar. El acceso al centro de la ciudad se ha cerrado. Numerosos edificios e iglesias se han venido abajo o han sufrido importantes daños en sus cimientos. Tres días antes, otros dos seísmos, uno de magnitud 5,4 y otro de 6,2. sacudieron la provincia de Macerata, en la región de Las Marcas. El miedo a las réplicas hizo que muchos vecinos ya se encontraran fuera de sus casas.
El sismo se registró a diez kilómetros de profundidad con epicentro entre los municipios de Norcia, Castelsantangelo su Nera, Preci y Visso, en una zona montañosa entre las regiones de Umbria y Las Marcas.
El alcalde de Ussita (provincia de Macerata, región de Las Marcas), Marco Rinaldi, ha explicado al diario La Repubblica: “Se ha derrumbado todo, veo columnas de humo, es un desastre. Yo estaba durmiendo en el coche, he visto el infierno”. Por su parte, el primer edil de la vecina localidad de Castelsantangelo, Mauro Falcunni, ha añadido: “Yo estoy en Fano, donde vivo, pero me dicen que hay derrumbes, que es un desastre. Se ha abierto la tierra, hay humo, un desastre”.
Como advierten los medios italianos, la magnitud superior a 6.1 supondría que el terremoto de esta mañana ha sido más intenso que la secuencia sísmica que se inició a las 3.36 del pasado 24 de agosto y que destruyó Amatrice. Aquel seísmo provocó la muerte de 297 personas en las localidades de Amatrice, Accumoli y Arquata del Tronto, también en el centro de Italia.
El papa Francisco ha expresado su solidaridad con los damnificados. "Expreso mi cercanía a las poblaciones de la Italia central golpeadas por el terremoto. También esta mañana se ha registrado una fuerte sacudida", señaló el pontífice tras el rezo del Ángelus, lo que arrancó el aplauso de los fieles en la plaza de San Pedro.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, aseguró a los damnificados por los temblores que el Gobierno "reconstruirá todos" los edificios e infraestructuras destrozados. "Reconstruiremos todo. Las casas, las iglesias y los comercios. Estamos hablando de territorios maravillosos, que hacen de la belleza y la capacidad de acogida algo fundamental", ha declarado Renzi en una rueda de prensa en Roma. Según Renzi, el Gobierno tiene previsto convocar un Consejo de Ministros extraordinario este lunes para tomar las primeras medidas.