El cura Julio César Grassi fue sentenciado a dos años de prisión en suspenso por irregularidades en el manejo de dinero de la Fundación Felices los Niños.
La condena fue impuesta por el delito de peculado por el Tribunal Oral Criminal 3 de Morón que integran los jueces Diego Bonnano, Raquel Lafourcade y Mariela Susana Moralejo Rivera, tras rechazar un planteo de probation consistente en realizar labores comunitarias.
La causa fue abierta por falta de pago del alquiler de la quinta La Blanquita, en la localidad de Hurlingham, a la que Grassi se mudó cuando la Justicia lo inhibió de vivir con los chicos en la sede del hogar.
Los fiscales Javier Ghessi y Marcelo Papavero habian pedido cuatro años de prisión en virtud de las previsiones del artículo 263 del Código Penal que fija penas de dos a diez años de prisión para la malversación de fondos públicos, aunque finalmente el Tribunal le aplicó la pena mínima.
En 2002, cuando Grassi quedó imputado por el delito de abuso sexual en perjuiicio de varios chicos bajo su custodia y la justicia le prohibió seguir viviendo en la fundacíon, alquiló una quinta aledaña de 7200 metros que pagó con dinero destinado a la obra.
La causa fue iniciada por el dueño de la casa quinta, Alberto Mirenda, por falta de pago de los alquileres acordados y a poco la investigación determinó que estos se hacían detrayendo fondos
Grassi está detenido y condenado a 15 años de prisión por "abuso sexual agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda del menor víctima, reiterado endos hechos, en concurso real entre sí, que a su vez concurren formalmente con corrupción de menores agravada".
Un tribunal de aplicación deberá unificar las dos penas en una sola condena
Además, tiene en curso otra denuncia por el presunto desvio de bienes y alimentos que eran parte de las donaciones que recibía la Fundación Felices los Niños hacia la Unidad 41 de Campana donde él purga la pena por abuso sexual.