Cada vez falta menos para que Mar del Plata viva una noche(la del 4 de Marzo) tan emotiva como poderosa en materia musical. Se trata del show internacional que el mítico baterista Carl Palmer, miembro del poderoso trío y emblema del rock sinfónico, Emerson, Lake & Palmer, realice en nuestra ciudad con su nueva banda llamada ELP Legacy. Palmer estará acompañado de en guitarra de Paul Andrew Bielatowicz y Simon Leo Fitzpatrick, en bajo.
El próximo 4 de marzo a las 21 en el Teatro Provincial, Palmer ofrecerá un recital tributo a sus ex compañeros recientemente fallecidos Keith Emerson y Greg Lak, para el cual NA Producciones informó que las entradas ya están a la venta desde $600 a través de la web www.plateanet.com y personalmente en Fava Paseo de compras (Av Luro 3247), de lunes a sábados de 10 a 17.
Para quienes adquieran su ticket por internet, desde el 1 de marzo podrán retirarlo en la boletería del Teatro Provincial.
Carl Palmer es considerado como uno de los más respetados e influyentes bateristas del rock de todos los tiempos. Además es un brillante músico y showman dinámico que ha entusiasmado a los oyentes y al público durante casi cuatro décadas con algunas de las bandas más memorables de la música, como Atomic Rooster, The Crazy World de Arthur Brown, Asia y Emerson, Lake & Palmer.
A lo largo del camino su deslumbrante velocidad y dominio de los tambores, combinado con su personalidad de etapa rebelde, han asegurado para él un lugar respetado en la historia como uno de los mejores bateristas de Rock and Roll.
Palmer permaneció con ELP hasta su disolución en 1978. Posteriormente continuó con un grupo llamado P.M. hasta conformó Asía. Luego se reunió nuevamente con el reformado ELP en 1992 para grabar los álbumes Black Moon, In the Hot Seat, como así también registrar varios DVD y su correspondientes giras. Después de la separación final de ELP en 1998, Palmer realizó giras de vez en cuando con su Carl Palmer band.
Tan sólo el álbum “Pictures At An Exhibition” de Emerson, Lake & Palmer vendió 4 millones de copias, teniendo el antecedente de haber sido rechazado en un principio por la propia compañía discográfica y siendo editado por el mismo grupo. El tiempo los ubicaría después como parte de la construcción musical de todo un siglo que entre los 60, 70 y 80 supieron dejar su legado.