Se trata del episodio ocurrido en julio de 2013, previo a un partido amistoso entre Boca y San Lorenzo, en el Bajo Flores, cuando resultaron muertos dos integrantes de facciones antagónicas de la barra brava xeneize.
La Cámara del Crimen confirmó el procesamiento contra uno de los jefes de la barra brava de Boca Juniors Rafael Di Zeo como presunto "instigador" del delito de "homicidio agravado", figura por la que podría ser condenado a la pena de prisión perpetua.
Se trata del episodio ocurrido en julio de 2013, previo a un partido amistoso entre Boca y San Lorenzo, en el Bajo Flores, cuando resultaron muertos dos integrantes de facciones antagónicas de la barra brava xeneize.
Junto con Di Zeo, también fue confirmado el procesamiento del barrabrava Cristian "Fido" De Vaux, por el mismo delito, y de Walter "Tíntin" Coronel, como "partícipe necesario".
Los camaristas Marcelo Lucini, Rodolfo Pociello Argerich y Mariano Scotto coincidieron en que el doble homicidio "no se trató de una simple pelea entre integrantes de distintos clubes".
"Por el contrario, ambos grupos pertenecen al de Boca Juniors y el motivo de la disputa, lejos de responder a la rivalidad propia del fútbol, habría estado dado para establecer cuál de esas dos facciones ocuparía la conducción de la barra oficial”, sostiene la resolución, de 17 páginas.
En el enfrentamiento, en el que se dispararon más de 150 proyectiles de armas de fuego, murieron Marcelo Carnevale, de 33 años, y Angel Díaz, de 44, integrantes de los grupos enfrentados de la barra brava.
Ambas facciones, sostiene el fallo, "llegaron al lugar con una antelación de casi cinco horas (extrema para un partido amistoso), encapuchados, blandiendo palos, cascotes y arengando con expresiones tales como 'los vamos a matar'. Ni bien advirtieron la presencia del oponente fueron directamente a su cruce, con todo tipo de armas de fuego".
La presencia de Di Zeo en el lugar, según los camaristas, quedó establecida porque alguien que se desplazaba en una moto y con casco tenía apariencia similar a la de él, un policía dijo haber conversado con él previo al enfrentamiento, y un teléfono cuyo uso le fue atribuido se activó en la zona del Nuevo Gasómetros.
No obstante, el fallo ordena profundizar la investigación sobre la línea de telefonía celular que presuntamente utilizaba Di Zeo en la época del hecho.
Di Zeo y De Vaux fueron acusados como los responsables del enfrentamiento que concluyó con dos muertos: "Pretender calificarlos como meros simpatizantes, quizá con un simple rol organizativo, como el de quien dirige un club de fans resulta, francamente, un descaro", sostuvo el juez Lucini.