El ex integrante del tribunal del Juicio a las Juntas León Arslanian consideró que existe "un grado extremo de politización" y que el kirchnerismo "ha alimentado y sostenido a varias organizaciones" y que "hoy hay una disputa de poder y de búsqueda de una relegitimación" de esas organizaciones.
Hay una dispersión que no debería existir, fruto tal vez de una disputa acerca de la apropiación de una causa. Y un grado extremo de politización de algunas organizaciones", señaló Arslanian a radio Continental.
"La desaparición del gobierno de (Néstor) Kirchner y de Cristina, que alentaban de una manera particular a las organizaciones de derechos humanos, ha dejado una suerte de vacío y hoy esta generando una disputa de poder", agregó el también ex ministro de Justicia.
Además cuestionó que no se tenga en cuenta el aporte de Raúl Alfonsín a la búsqueda de condenas para los genocidas. "Negar que el origen de la revisión del pasado, que la decisión política del sometimiento a juicio ha sido de Alfonsín, es una herejía", sostuvo.
Ante una consulta sobre la extensión de los juicios a los militares por delitos de lesa humanidad, Arslanian consideró que los tiempos podrían acortarse. "Se puede poner un plazo de terminación, porque de lo contrario pierden hasta sentido estos juicios. Forma parte del pacto de San José de Costa Rica el plazo razonable de juicio", explicó.
"Hay una falla conceptual severa", resaltó al referirse a la marcha de los procesos judiciales. "No era necesario que hubiese esta cantidad de juicios que repiten, que llaman varias veces a los mismos testigos a volver a declarar innecesariamente", subrayó, y abogó porque se aplique "algún criterio de fusión".
Arslanian también criticó a Hebe de Bonafini por haber tratado de "traidora" a Estela de Carlotto. "Me ha parecido una cosa desdichada. Porque restar mérito a lo que viene haciendo Estela de Carlotto en una causa tan noble es un acto grave".
"Me parece una incivilidad política pensar que Estela no puede hablar con la gobernadora, cuando se trata de un diálogo altamente constructivo para buscar soluciones. Si una organización de derechos humanos no articula y discute con el poder, no tendría sentido. Ha sido un exabrupto, una manifestación impertinente", concluyó Arslanian.