La Justicia dispuso la libertad del dueño de la empresa funeraria que había intervenido en el entierro del niño hallado mutilado y sin sus órganos el 21 de marzo en una ruta cerca de esa localidad, mientras que continuará detenido por ahora el encargado del cementerio donde el chico había sido inhumado, informaron fuentes judiciales.
Ambos imputados declararon esta tarde ante la fiscal Ana María Caro, pero Carlos López, quien trabajaba en el cementerio de Nicanor Otamendi, incurrió en contradicciones y por eso la representante del Ministerio Público le pidió al juez de Garantías 5 de Mar del Plata, Gabriel Bombini, mantenerlo preso, por lo cual mañana se resolverá su situación.
López, que es asistido por el defensor oficial Eduardo Carmona, fue detenido el miércoles acusado de “falso testimonio” porque dio una versión contradictoria cuando días atrás declaró como testigo sobre el registro de entierros del cementerio.
En tanto, se dispuso la libertad de Juan Carlos Della Santina (66), dueño de la funeraria "Batán”, quien ayer había sido aprehendido en su comercio y está imputado de “encubrimiento de sustracción de cadáver”.
Acompañado por su abogado Mariano Ayesa, el hombre recuperó la libertad pasadas las 19 de la cárcel de Batán.
El cuerpo mutilado del niño, sin órganos ni dientes, fue encontrado en la madrugada del 21 de marzo, a unos 20 metros del arroyo La Totora, entre Miramar y Mar del Sud, por un hombre de 45 años que circulaba en bicicleta por la ruta 11 y denunció lo ocurrido en el destacamento policial más cercano.