La charla que se realizaba bajo el lema “Consumos problemáticos. Compromiso de la psiquiatría y la salud mental con la comunidad” tenía como fin la presentación del libro “Adicción y tratamientos” coescrito por el mediático psiquíatra Eduardo Kalina y por el titular de la comunidad terapéutica San Antonio, Alejandro Merenzon.

Merenzon es el director, desde 1992, de varias comunidades terapéuticas donde se jacta de haber internado “más de dos mil adictos en veintiocho años de actividad” gracias a un “concepto nuevo y renovador en materia de internaciones compulsivas a puertas cerradas y tratamientos obligatorios”.

Según explica Merenzon en la web de su institución, su trabajo no es con “la voluntad del adicto, sino con la desesperación de la familia” y es por esto que “rescata al adicto, quiera o no”.

El caso es que en 2015, por recomendación de Merenzon, Adela y Alberto Lamorte internaron a su hijo Matías en la comunidad pilarense del Country El Jagüel. Luego de una breve charla con los profesionales del establecimiento, el matrimonio Lamorte se retiró del lugar sin la posibilidad de despedirse de su hijo.

Horas después de la internación, y sin siquiera avisarle a sus padres, Matías fue trasladado a la comunidad San Antonio, lugar donde fallecería tras un encierro de siete días.

Alberto Lamorte explicó que durante toda la semana posterior a la internación quisieron saber cómo estaba su hijo y no lograron ser atendidos en ningún momento. Así fue que el domingo emprendieron viaje hacia Pilar con la idea de “poder verlo a Matías en el parque aunque sea por una mirilla”.

Fuente; Diario Popular