Este jueves en la tarde en el predio de la Ferroautomotora, ubicado en Luro y San Juan, las parroquias que pertenecen a la Noche de la Caridad, y gran cantidad de fieles que trabajan y se preocupan por la situación de los más necesitados, se reunieron para participar de una misa orando por las almas de las personas fallecidas en situación de calle y también pidiendo por todas las personas que viven y duermen en la calle.
La multitudinaria misa, se celebró a la intemperie, y fue presidida por el presbítero Gabriel Mestre, vicario de la diócesis, en reemplazo del obispo, quien debido a otra actividad pastoral se encontraba en Villa Gesell y concelebraron siete sacerdotes pertenecientes a las parroquias que prestan el servicio de la Noche de la Caridad: Fray Ramiro de la Serna, Héctor Diaz, Silvano De Sarro, Ezequiel Kseim, Fabián Yanes, Rolando Brites, y el orionita Mateo.
Durante su homilía, el padre Gabriel detalló la coincidencia de este día de San Pedro y San Pablo –se celebra en la Iglesia el día del Sumo Pontífice- que son mártires cristianos. “Lo primero que tiene que brotar de nuestro corazón es la oración por estos hermanos que han perdido la vida en situación de calle, y que ya quedan asociados al martirio. Estos hermanos que para nosotros no son un número, sino que tienen un nombre: Ramón, Emilio, Rubén, Uruguayo, Miguel, Francisco, Marcelo, El Negro, Cristian, Francisco, Alejando, Mario, Santiago, Fernando, Gastón, Juan Carlos, Gustavo, Juan Pablo; detrás de estos nombres hay una historia que pudimos conocer en algunos servicios y situaciones pastorales, particularmente en la Noche de la Caridad”. De esta manera, detalló los nombres de las personas muertas en situación de calle durante estos últimos años, y que figuraban en un cartel que, acompañado de una imagen del “Jesús sin techo”, rezaba “Ni una muerte más”.
“El amor no admite excusas, especialmente cuando se trata de amar a los pobres”, citó el padre Gabriel, haciendo alusión al mensaje que escribió el papa Francisco para la Jornada Mundial sobre el Pobre, que por primera vez se celebrará en noviembre. “Qué lindo que ustedes, queridos hermanos, hacen presente el mandamiento del amor, siguen las enseñanzas del evangelio que nos recuerda el papa Francisco. El Señor bendiga también de manera particular el esfuerzo generoso que la mayoría de ustedes realizan con los hermanos más pobres y necesitados, a veces en situaciones difíciles. Siéntanse confirmados por la Iglesia en este servicio de la Noche de la Cridad, y en las Cáritas y en cada servicio particular de Cáritas, y con nuestros hermanos más necesitados”.
Por último, manifestó “desde la fe, esta misa tiene un sentido positivo de hacer visible una realidad, compleja, que reclama un compromiso firme y sostenido de toda nuestra sociedad, de manera particular de aquellos que nos gobiernan. No somos un espacio partidario, lo hacemos desde la fe, y desde allí reclamamos las políticas necesarias para que no haya más personas en situación de calle, y el año que viene no estemos celebrando una misa más por una dos o tres cuatro personas más que han muerto de frío”.
“Desde esta eucaristía, con humildad queremos hacer este reclamo para que las políticas de nuestra ciudad, nuestra provincia y de nuestro país, solucionen los problemas más serios que tenemos para vivir el bien común y la justicia tan esperada en nuestra patria. Que podamos llevar adelante nuestra tarea de servicio, entrega y generosidad con los más pobres y necesitados, desde nuestra fe, nuestro compromiso como Iglesia, reclamando de manera pacífica y sostenida para que las autoridades se comprometan en la consecución del bien común y tener una patria más justa y más fraterna”.
Al finalizar, Mestre, expresó la cercanía del obispo monseñor Antonio Marino, quien se encontraba celebrando los 50 años de la parroquia de Villa Gesell. También mencionó la oración comprometida de las religiosas Camelitas descalzas, quienes desde su monasterio ubicado en Villa Marista, se unieron a la celebración.
Por último Fray Ramiro de la Serna, agradeció a todos los presentes, destacó la labor del Hogar Nazaret, sostenido por Cáritas Mar del Plata. “Escuchar el clamor de los pobres, es parte esencial de la respuesta de nuestra fe”, concluyó.