La predicción de William Higham está basada en los estudios realizados por el profesor Con Slobodchikoff, de Northern Arizona University, quien lleva 30 años investigando el comportamiento de los roedores, conocidos como perrillos de las praderas, y tal como asegura tienen “un sofisticado sistema de comunicación que posee todos los aspectos del lenguaje”.

De hecho, Slobodchikoff usó un sistema de inteligencia artificial para estudiar las llamadas de estos animales, razón por la cual el investigador sostiene que es viable crear un sistema que haga las veces de traductor del lenguaje de los perros. Una herramienta que podría ser utilizada también en gatos, aunque el investigador no está muy seguro.

Con los gatos no estoy seguro de que tengan algo que decir. Un montón de veces podría ser tan solo ‘eh, tonto, dame de comer y déjame en paz’”, afirmó hace dos días Slobodchikoff al periódico británico The Guardian.

El traductor podría causar una gran expectativa, sin embargo, hay quienes consideran que más interesante sería un dispositivo que permitiese saber la razón por la que lloran sus bebés.

Muchos fabricantes han intentados crear un dispositivo que permita comprender a los bebés, pero ninguno parece haber sido eficiente.