“Es un día de fiesta para nuestra Iglesia”, dijo en diálogo con los medios y aclaró que su tarea es “eminentemente religiosa, pero eso no quiere decir etérea , abstracta y desconectada de la realidad”.
En presencia de los tres últimos obispos de Mar del Plata, Antonio Marino, José María Arancedo y Juan Alberto Puiggari, este sábado el padre Gabriel Mestre asumió como nuevo obispo de la ciudad. “Es un día de fiesta para nuestra Iglesia”, dijo en los instantes previos a la misa en la que se realizará la ordenación episcopal.
Es el más joven en la historia de la diósesis en guiar la Iglesia local y el primer marplatense. Así lo decidió el Papa Francisco. “La realidad de la ciudad es compleja y como siempre ha sido la actitud de la Iglesia, haremos un aporte positivo”, sostuvo ante los medios de prensa que se acercaron al Pasaje Catedral 1750.
Su primer tarea como monseñor será reunirse con sacerdotes y dirigentes laicos para dialogar y consensuar cuáles tendrían que ser las prioridades”. Entre ellas señaló la transmisión de la fe, la vivencia de los sacramentos y la responsabilidad de la Iglesia con la pobreza, la droga, la marginalidad y la violencia.
El lema episcopal que Mestre eligió y será su eje central es: “Cristo es nuestra paz”. “La tarea de un obispo es eminentemente religiosa, pero eso no quiere decir etérea , abstracta y desconectada de la realidad”, aclaró.
El primer fin de semana completo que tendrá como obispo lo compartirá con los jóvenes en Pinamar, donde se realizará el Encuentro Nacional de Jóvenes, “Invasión de Pueblos”. “Allí voy a estar a tiempo completo con los jóvenes de nuestra diósesis”, dijo y señaló: “El futuro se juega muchas veces en la actitud que tengamos hoy con los más jóvenes”.
Foto del Obispo con Arroyo gentileza Aníbal Ramos.