Conocida como hach, la peregrinación a La Meca en Arabia Saudí tendrá este año fuertes medidas de seguridad.
Más de dos millones de musulmanes llegados de todo el mundo empezaron este miércoles la peregrinación a la Meca, un rito con varias etapas en el lugar más sagrado del islam.
Las autoridades saudíes movilizaron importantes medios, incluyendo 100.000 miembros de las fuerzas de seguridad, dos años después de que una gigantesca estampida dejara cerca de 2.300 muertos durante el hach, uno de los cinco pilares del islam.
Al amanecer, ya se podía palpar el fervor religioso en la explanada de la Gran Mezquita, con los peregrinos listos para llegar a Mina, a cinco kilómetros al este de La Meca.
Mientras que algunos esperan el autobús, otros cumplen con el tawaf, el ritual que comprende siete vueltas en torno a la Kaaba, una construcción cúbica envuelta en una pesada tela negra con versículos del Corán bordados en oro, en cuya dirección oran los musulmanes de todo el mundo.
Nur, una saudí de 30 años, acelera el paso. "Todavía tengo que terminar el tawaf" antes de ir a Mina, explica, sin detenerse.
Risvana, por su parte, parece más tranquila. Sentada en una silla plegable en medio de la explanada, acuna a su bebé de seis meses, con quien espera realizar la peregrinación. "Lo tengo todo preparado para él", dice, mostrando la botella de agua que sobresale de su bolso.
"Cada vez, surgen nuevas emociones", cuenta Tidjani Traore, un funcionario de Benín de 53 años, que se prepara para su 22ª peregrinación. "Hay innovaciones en la organización y el albergue de los peregrinos. Ahora, por ejemplo, las tiendas tienen aire acondicionado", señala.