El Papa aseguró este viernes que "es la hora de renunciar a las venganzas" para lograr la paz en Colombia y pidió gestos para superar el conflicto que sacudió al país durante más de 50 años, como forma de "romper el ciclo de violencia que ha imperado" en el país.
El Sumo Pontífice encabezó en un parque de la ciudad de Villavicencio un multitudinario y colorido acto, inédito en las tres visitas papales que ha recibido Colombia.
Sobre un inmenso escenario, sentado y visiblemente emocionado, Francisco escuchó testimonios desgarradores bajo la figura del Cristo de Bojayá, mutilado durante la masacre de 79 civiles que se refugiaron en un templo de combates entre las FARC y paramilitares.
"Sanemos aquel dolor y acojamos a todo ser humano que cometió delitos, los reconoce, se arrepiente y se compromete a reparar, contribuyendo a la construcción del orden nuevo donde brille la justicia y la paz", reclamó por un lado a 5.000 víctimas a las que habló en un estadio techado del Parque Las Malocas, en el corazón verde de una de las ciudades más golpeadas por el conflicto.
En ese marco, y aunque sin nombrar directamente a la ex guerrilla, Francisco también mostró su reclamo para las FARC y les pidió que confesaran "qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos" y reconozcan "el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos".
"Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos", les pidió, tras saludar sobre el escenario a las cuatro personas que dieron su testimonio sobre lo vivido por el conflicto y a otras víctimas, que luego se abrazaron hasta las lágrimas sobre el escenario.