A través de un comunicado sostiene,"EDEA S.A. no descansa a la hora de buscar nuevas formas de violar la ley y con ese objetivo, parece no tener límites".
Y agrega:"En un nuevo ataque a nuestra organización sindical, a toda la legislación laboral y al Convenio Colectivo de Trabajo, EDEA S.A. discrimina a los postulantes a ingresar utilizando argumentos arbitrarios.
A los potenciales ingresantes a la empresa, enviados por Luz y Fuerza de Mar del Plata a través de la Bolsa de Trabajo (sistema autotutelado por los propios postulantes que respeta un listado para ingresar a las empresas de la actividad), EDEA S.A. los rechaza argumentando supuestas incapacidades físicas del ingresante para realizar la tarea para la que se lo evalúa.
Al realizar el examen preocupacional, la empresa afirma que los estudios realizados por los médicos propios, no permiten el ingreso. Luego del requerimiento de un profesional por parte de nuestra Organización, realizamos los mismos estudios, que arrojan resultados opuestos a los de EDEA. Ante esta incongruencia de ambos estudios, propusimos que se realice una Junta Médica, en el marco del Ministerio de Trabajo, con profesionales del organismo oficial e independientes de ambas partes, para tener un tercer dictamen, imparcial y confiable.
Sin embargo, la empresa declina esta instancia Ministerial sin argumentos y niega toda posibilidad de revisión, dejando de lado cualquier posibilidad de discutir profesional y objetivamente las capacidades físicas del postulante.
De esta manera, EDEA S.A. discrimina a los postulantes enviados por nuestra Organización, se entromete en la Bolsa de Trabajo de Luz y Fuerza Mar del Plata y le niega la posibilidad laboral a una persona que hace años está inscripto en la Bolsa de Trabajo, tal cual lo establece nuestro Convenio Colectivo, esperando su oportunidad laboral.
Esta es otra clara actitud de la impunidad con la que la empresa se maneja en todos los ámbitos: requerimientos y exigencias para postulantes superiores a los que la tarea requiere, falta de apertura de nuevas oficinas de atención como le exigió el OCEBA, retiro de vehículos y herramientas de trabajo para dejar más lugar a las tercerizadas, son algunos de los ejemplos que ya hemos denunciado incansablemente.
Con esta actitud EDEA decide arbitrariamente quién puede ingresar a trabajar y quién no y dando un mensaje al resto de los trabajadores: su intención de modificar la norma convencional de facto".
Y concluye:"Además, el Ministerio de Trabajo, máxima autoridad política que debería regular, controlar y sancionar, no actúa como debería, otorgando a la empresa mayor poder para que siga violando leyes, convenios y acuerdos convencionales vigentes".