El presidente de la entidad boliviana aseguró que "no fue normal el partido que tuvimos" y añadió que "el resultado da para la especulación, pero no sé qué pasó".
"Estoy haciendo un sumario interno, obviamente. No es normal el partido que tuvimos. Antes del partido en Buenos Aires hablé con el cuerpo técnico y estábamos bien, ahora el tema de los jugadores... yo los conozco, la mayoría están mucho tiempo conmigo, creo que son gente decente", contó Grover Vargas, presidente de Jorge Wilstermann, respecto de la polémica que se desató en Bolivia alrededor del equipo tras el histórico 8-0 que sufrieron ante River por los cuartos de final de la Copa Libertadores.
El fin de semana pasado, los hinchas del "aviador" lo responsabilizaron por la vergonzante derrota, mostrando banderas en su contra con frases como "Vargas: el Rojo no se vende" o "Grover Vargas, esta no te perdonamos".
Al respecto, el dirigente comentó en el programa "Liberman en Línea" de FM Late: "Estoy con la conciencia tranquila de haber hecho lo mejor posible para mi equipo. Me duele y me da mucha rabia lo que pasó y la reacción de los simpatizantes por mentiras muy crueles de la prensa".
Tras la goleada, algunos trascendidos indicaron que Vargas, previo pedido de los jugadores de la entidad, le habría solicitado a River una suma cercana al millón de dólares para dejarse ganar (la reunión sí existió), lo que negó de manera rotunda. "Investiguen lo que tengan que investigar. Nosotros somos gente limpia, la gente que me conoce no va a dudar de mi persona, no es justo pasar de ser héroe a villano por un resultado".
Pero Vargas reconoció que "fue un partido realmente raro, complicado. Los jugadores parecían dormidos, es un tema complejo y raro", explicó y añadió: "El resultado da para la especulación, lo entiendo pero no sé qué pasó, no se puede explicar. No es normal, seguimos en shock. Lo que pasó es ilógico, no tiene explicación", finalizó Vargas, quien teme que sus futbolistas se hayan involucrado en un tema de apuestas.