Del lanzamiento participaron la titular de la UFEM, Mariela Labozzetta, el fiscal de distrito, Daniel Adler, la fiscal federal Laura Mazzaferri, la presidenta del Centro de Apoyo a la Mujer Maltratada, María Elena Gil, y Marta Garaycochea, coordinadora del Centro Comunitario Integral Nuestra Señora de Luján, quienes marcaron la importancia de articular el trabajo de instituciones y la comunidad en la visibilización, prevención y acompañamientos en situaciones de violencia de género.
En una jornada cargada de color y emoción, se lanzó el viernes en Mar del Plata un nuevo nodo de la Red Territorial en Género (RE.TE.GER.), que se expande por el territorio nacional, impulsado por la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Durante la presentación del proyecto que apuesta a la formación de promotoras y promotores en los barrios de derechos vulnerados, se marcó la importancia del trabajo articulado entre las instituciones y la comunidad, en la deconstrucción de estereotipos de género, la visibilización de los distintos tipos de violencia, y el acompañamiento ante situaciones de violencia contra las mujeres y el colectivo LGBTI.
El panel lo abrió Labozzetta, quien marcó el recorrido dado hacia el interior y hacia afuera del Ministerio Público Fiscal de la Nación en materia de género: mencionó la creación del Programa de Políticas de Género, y la puesta en marcha de la UFEM. “Se entendió que la violencia de género requería de un abordaje estratégico”, indicó.
Relató que luego se creó la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC); y la dirección de Acceso a la Justicia, que tiene a los ATAJOS con enclaves en los barrios. “Este avance institucional trajo consigo un cambio en la forma de trabajo del Ministerio Público Fiscal, en diálogo con la comunidad. El derecho penal no es suficiente, y más allá de que necesitamos sanciones eficientes, que ayuden a desnaturalizar estos fenómenos, es mucho el trabajo por hacer en materia de prevención. Y si bien es un rol que debe asumir el Estado, entendemos que es importante entablar un vínculo con la comunidad para trabajar articuladamente en este sentido”, afirmó Labozzetta.
En la misma línea, Adler señaló que “a pesar de la multiplicidad de normas que penalizan y combaten la violencia de género, asistimos diariamente a nuevas noticias de femicidios, de situaciones de violencia contra la mujer, porque estamos frente a un sistema de desigualdad estructural”.
Enseguida, marcó la importancia de sumar esfuerzos y puso en valor el rol de ATAJO en la tarea de generar acceso comunitario a la Justicia. Por otro lado, apuntó cómo las situaciones de violencia de género constituyen situaciones de vulnerabilidad en las mujeres y sus hijos e hijas. “Las situaciones de violencia generan en niños y niñas situaciones de vulnerabilidad que son aprovechadas por las redes de narcotráfico y trata de personas”, expresó. Y puso en valor el sentido de RE.TE.GER.: “Es un acierto muy grande trabajar con y en la comunidad, no sólo en la ruta de la denuncia, sino también en la ruta de la comunicación, que permita desnaturalizar y detectar las situaciones de violencia cotidianas que atraviesan a las mujeres”.
A su turno, Mazzaferri destacó la posibilidad de articular entre las instituciones y las organizaciones sociales, y recordó que “la desigualdad estructural en la sociedad patriarcal en la que vivimos, manifestada en violencia de género, nos atraviesa en conjunto”. En este sentido, reparó no sólo en la violencia física o psicológica a la que pueden ser sometidas las mujeres, sino también a la violencia económica, laboral, a los abusos detrás de la prostitución y la trata de personas y la violencia institucional.
La fiscal marcó que “la principal tarea es desnaturalizar los fenómenos de violencia, que suelen culpabilizar a las mujeres de las situaciones de las que son víctimas”. Y a partir de la desnaturalización, dijo, “actuar y erradicarlas”. Esto, sumó, implica un cambio no sólo a nivel conciencia: “Nos van a creer cuando vamos a hacer una denuncia, o manifestamos, por ejemplo, una violación en el marco de un matrimonio”. La fiscal planteó también la importancia de brindar a la víctima herramientas para seguir adelante. “Las leyes no bastan, es necesario todo el aparato estatal para erradicar la violencia hacia las mujeres”, sostuvo. Por otro lado, señaló que “la invisibilización es la mayor causa de la violencia”. Y en el camino de erradicar estas prácticas, destacó el rol de RE.TE.GER., “no sólo en el acompañamiento sino también en la prevención, en la elaboración de un recursero para trabajar en red y las actividades de incidencia en los territorios que están programadas”.
María Elena Gil, presidenta del Centro de Apoyo a la Mujer Maltratada (CAMM), contó sobre el trabajo voluntario ininterrumpido que la organización desarrolla en Mar del Plata desde hace casi 29 años. Al trazar un diagnóstico sobre la realidad local, reparó en los patrones machistas que aún rigen en un sector de la justicia que revictimiza a las mujeres que tuvieron la valentía de realizar una denuncia. Además, marcó la necesidad de contextualizar los casos que se suceden a diario en un marco de violencia de género estructural en la sociedad.
Marta Garaycochea es quien coordina el Centro Comunitario Integral Nuestra Señora de Luján, en el barrio Las Heras. Se mostró emocionada y dijo que era un privilegio el lanzamiento allí de RE.TE.GER, dado que se trata de una comunidad estigmatizada. Enseguida, habló la necesidad de “cuidar la vida de todos, de quienes están en un momento de fragilidad, de riesgo. Y enumeró a niños, adolescentes, mujeres, adultos mayores, quienes están sin trabajo, quienes sienten que sus derechos están vulnerados. Se preguntó cómo y respondió enseguida: “La única manera es trabajar vinculados todos en red, el Estado, la sociedad civil, las ong”. Por último, dijo ver, desde el barrio, vacíos de políticas públicas. “Esta es una manera de articular, por eso me llena de esperanza, porque sino los vacíos los ocupan quienes vulneran derechos”.
Antes de la realización del taller con las mujeres y varones que se formarán para ser promotoras y promotores territoriales, se oyeron poesías en la voz de Jorge García y la cantante Marita Moyano, acompañada por su guitarra, entonó “Dignificada”, de Lila Downs. Antes, las pinceladas de arte y color la dieron los niños y las niñas del barrio, que participan en el centro comunitario del taller de circo.