El conductor que perpetro el hecho, se subió a la vereda con su auto en los alrededores del Museo de Historia Natural. Tras caprutarlo, las autoridades de seguridad británicas descartaron la posibilidad de que sea un acto terrorista.
La Policía antiterrorista aseguró a través de la red social Twitter, luego de investigar el hecho, que se trató de un accidente de tránsito, según consignaron las agencias de noticias Ansa y DPA.
El auto invadió la vereda del Museo Victoria and Albert, sobre la calle Exhibition Road, y su conductor fue detenido, mientras la zona fue acordonada y llegaron ambulancias para atender a los heridos.
Una cronista que salía del Museo, señaló que según las primeras informaciones las personas afectadas solo sufrieron heridas leves. Finalmente, se informó en forma oficial que once personas recibieron atención médica.
"No se está tratando esto como un ataque terrorista", había anticipado un vocero de la Policía a pocas horas de ocurrido el incidente.
Las imágenes y fotografías ofrecidas en las redes sociales, citadas por la agencia EFE, mostraron daños materiales causados en la vereda y las cercanías, y una importante presencia de agentes armados sobre el terreno y un helicóptero que sobrevuela la zona, en pleno centro de Londres y una de las más concurridas de la ciudad por turistas.
Como consecuencia de este incidente, en prevención de que pudiera tratarse de un ataque terrorista, la Policía evacuó el Museo de Historia Natural, el Museo de Ciencia y el Museo Victoria and Albert, informaron las fuentes periodísticas en el lugar de los hechos.
El accidente causó conmoción en Londres y en el Reino Unido, al punto que la primer ministra, Theresa May, siguió con atención la investigación para descartar que se tratase de un atentado, luego de lo cual agradeció a todos los organismos y personas que prestaron ayuda.
"Agradezco a los que prestaron primeros auxilios en el incidente de esta tarde", escribió en Twitter, y agradeció a los ciudadanos comprometidos que sumaron su apoyo.
En el Reino Unido ya se registraron en lo que va de año cinco atentados, el último de ellos la explosión de una bomba de fabricación casera en el metro, el 15 de septiembre, con un saldo de 30 heridos.
A finales de junio, un hombre murió en un ataque contra visitantes de una mezquita en la capital británica, y 8 personas perdieron la vida a principios de junio en un atentado en el barrio Borough Market y contra quienes caminaban por el Puente de Londres.
En mayo, 22 personas perecieron en un atentado con bomba contra quienes presenciaban un concierto de Ariadna Grande en Manchester, y en marzo otras 3 personas murieron cuando un atacante las atropelló con su coche en el Puente de Westminster y otras 2 -una, un policía- cuando el mismo conductor las acuchilló junto al Parlamento británico.