Monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata presidió la misa en la que puso en posesión de la Iglesia Catedral de Mar del Plata, al presbítero Ariel Sueiro, como nuevo párroco. Fue la primer toma de posesión del obispo, y quiso que sea justamente en el templo donde tiene su Cátedra. Participaron gran cantidad de sacerdotes, familiares y fieles de toda la diócesis.
"Es muy lindo descubrir en esta toma de posesión que lo acompañan muchos otros hermanos, familiares y de las otras parroquias por las que ha pasado y movimientos en que estuvo trabajando, también autoridades policiales y del colegio Trinity. Qué lindo poder celebrar juntos en el Señor, esta fiesta con la toma de posesión del padre Ariel". Durante la homilía monseñor Mestre, trabajó sobre los puntos "liturgia, pastoralidad y unidad".
“Querido padre Ariel y querida comunidad que puedan llevar adelante una auténtica Liturgia inculturada. Que nos habla del misterio de Dios pero en la dinámica de la vida del hombre moderno y actual que pueda captar con claridad cómo Dios se revela al modo humano. No es fácil una liturgia inculturada que sea equilibrada que no caiga en lo chabacano, pero que tampoco caiga en una cuestión rubricista, sin vida, sin contenido que no habla al hombre actual”, manifestó el obispo.
Luego detalló el segundo punto “una pastoralidad en clave de santuario: sabemos que a la Catedral se acercan muchas personas con diversas sensibilidades no solo a los servicios litúrgicos, sino a orar en distintos momentos. Qué lindo poder reforzar esta dinámica, esta perspectiva que nos enseña el papa Francisco, de ser hospital de campaña, para recibir al que viene herido en el camino de la vida. Esto no niega las pastorales específicas, sino que tienen que estar regidos y pastoreados por el padre Ariel al servicio de estos hermanos heridos que se acercan”.
“Finalmente el tercer aspecto es la unidad. La Catedral es el signo visible para el obispo y para toda la diócesis de la unidad de toda la Iglesia de Mar del Plata. Significa a estar muy abierto a lo diverso, a lo distinto, a la comunidad permanente y turística muy intensa, a los del centro y a los del interior de nuestra diócesis, a los de los barrios y periferias geográficas que muchas veces se hacen presentes, a los distintos movimientos, pastorales y servicios que celebran en la sede del obispo. Qué lindo poder acrecentar esta unidad en la diversidad, y vislumbrar así el hermoso mosaico de la vida de la Iglesia”, consideró Mestre.
Luego concluyó su homilía diciendo "tenemos muchos años de amistad y conocimiento", y explicó que compartirán la misma vivienda de la Catedral. "Para mí es una alegría que podamos compartir este espacio de convivencia, junto al padre Luis y a Gastón".
Durante la celebración se realizaron los ritos propios de la toma de posesión del nuevo párroco que implican recibir la palabra de Dios y proclamarla, la profesión de fe y el juramento de fidelidad, la renovación de las promesas sacerdotales, la entrega de los santos óleos y el crisma con que se ungirá a los catecúmenos y enfermos, la entrega de los dones del pan y el vino y por último, la entrega de las llaves del sagrario.
Al finalizar la eucaristía, el padre Ariel Sueiro manifestó "como pastor de esta Catedral me esforzaré por promover la unidad, la comunión y sobre todo que este templo pueda ser la expresión de la presencia de Dios en nuestra ciudad" expresó en sus palabras finales y manifestó su deseo de quitar las redes que se encuentran desde el 2014 protegiendo la mampostería de la iglesia. "Para eso tendré que contar con la ayuda de todos".
Más adelante expresó la importancia del templo espiritual: "Me gustaría que como piedras vivas hagamos propia la invitación que nuestro obispo nos hacia el día de su ordenación episcopal: “asumir juntos nuestra “hora”, la “hora” hermosa y paradójica que nos toca transitar y no le tenemos miedo a estas palabras: discernimiento, audacia, creatividad, cambios de estructuras, signos de los tiempos, unidad y diversidad, conversión y renovación pastoral".
Finalmente señaló "quiero agradecer a todos ustedes que han venido de tantos lugares y están aquí presentes, ustedes son amigos que me ha regalado el ministerio sacerdotal. Y por último en especial quiero agradecer a La Iglesia Catedral, desde hoy mi nueva comunidad".
Ayer por la tarde, monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata presidió la misa en la que puso en posesión de la Iglesia Catedral de Mar del Plata, al presbítero Ariel Sueiro, como nuevo párroco. Fue la primer toma de posesión del obispo, y quiso que sea justamente en el templo donde tiene su Cátedra. Participaron gran cantidad de sacerdotes, familiares y fieles de toda la diócesis.
"Es muy lindo descubrir en esta toma de posesión que lo acompañan muchos otros hermanos, familiares y de las otras parroquias por las que ha pasado y movimientos en que estuvo trabajando, también autoridades policiales y del colegio Trinity. Qué lindo poder celebrar juntos en el Señor, esta fiesta con la toma de posesión del padre Ariel". Durante la homilía monseñor Mestre, trabajó sobre los puntos "liturgia, pastoralidad y unidad".
“Querido padre Ariel y querida comunidad que puedan llevar adelante una auténtica Liturgia inculturada. Que nos habla del misterio de Dios pero en la dinámica de la vida del hombre moderno y actual que pueda captar con claridad cómo Dios se revela al modo humano. No es fácil una liturgia inculturada que sea equilibrada que no caiga en lo chabacano, pero que tampoco caiga en una cuestión rubricista, sin vida, sin contenido que no habla al hombre actual”, manifestó el obispo.
Luego detalló el segundo punto “una pastoralidad en clave de santuario: sabemos que a la Catedral se acercan muchas personas con diversas sensibilidades no solo a los servicios litúrgicos, sino a orar en distintos momentos. Qué lindo poder reforzar esta dinámica, esta perspectiva que nos enseña el papa Francisco, de ser hospital de campaña, para recibir al que viene herido en el camino de la vida. Esto no niega las pastorales específicas, sino que tienen que estar regidos y pastoreados por el padre Ariel al servicio de estos hermanos heridos que se acercan”.
“Finalmente el tercer aspecto es la unidad. La Catedral es el signo visible para el obispo y para toda la diócesis de la unidad de toda la Iglesia de Mar del Plata. Significa a estar muy abierto a lo diverso, a lo distinto, a la comunidad permanente y turística muy intensa, a los del centro y a los del interior de nuestra diócesis, a los de los barrios y periferias geográficas que muchas veces se hacen presentes, a los distintos movimientos, pastorales y servicios que celebran en la sede del obispo. Qué lindo poder acrecentar esta unidad en la diversidad, y vislumbrar así el hermoso mosaico de la vida de la Iglesia”, consideró Mestre.
Luego concluyó su homilía diciendo "tenemos muchos años de amistad y conocimiento", y explicó que compartirán la misma vivienda de la Catedral. "Para mí es una alegría que podamos compartir este espacio de convivencia, junto al padre Luis y a Gastón".
Durante la celebración se realizaron los ritos propios de la toma de posesión del nuevo párroco que implican recibir la palabra de Dios y proclamarla, la profesión de fe y el juramento de fidelidad, la renovación de las promesas sacerdotales, la entrega de los santos óleos y el crisma con que se ungirá a los catecúmenos y enfermos, la entrega de los dones del pan y el vino y por último, la entrega de las llaves del sagrario.
Al finalizar la eucaristía, el padre Ariel Sueiro manifestó "como pastor de esta Catedral me esforzaré por promover la unidad, la comunión y sobre todo que este templo pueda ser la expresión de la presencia de Dios en nuestra ciudad" expresó en sus palabras finales y manifestó su deseo de quitar las redes que se encuentran desde el 2014 protegiendo la mampostería de la iglesia. "Para eso tendré que contar con la ayuda de todos".
Más adelante expresó la importancia del templo espiritual: "Me gustaría que como piedras vivas hagamos propia la invitación que nuestro obispo nos hacia el día de su ordenación episcopal: “asumir juntos nuestra “hora”, la “hora” hermosa y paradójica que nos toca transitar y no le tenemos miedo a estas palabras: discernimiento, audacia, creatividad, cambios de estructuras, signos de los tiempos, unidad y diversidad, conversión y renovación pastoral". Finalmente señaló "quiero agradecer a todos ustedes que han venido de tantos lugares y están aquí presentes, ustedes son amigos que me ha regalado el ministerio sacerdotal. Y por último en especial quiero agradecer a La Iglesia Catedral, desde hoy mi nueva comunidad".